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Mostrando entradas de 2014

Pequeña disertación nocturna para sanar un alma...

Te busco a ti, palabra, morada de mi corazón cristalizado. Espero por tu sol, por ese tibio viento que me derrita el hielo que ha dejado el dolor. Te busco a ti, palabra, laberinto que acoge con ternura, calor que me guarece del graznido de cuervo de esta noche sin alas. A ti te busco en el cajón más negro de mis días, en el momento en que rota me deshojo. Busco tu redondez de luna llena, tu voz enmielecida, tus rasgos de rapaz huidizo porque es muy densa la pena que me agobia y alcanza para que se oscurezca mi morada. Asomo mi frente por la reja para saber que arriba está la estrella, palabra de mil picos que se rompe sobre mi cabeza, confeti de luz que me pronuncia, palabra que redime y me consuela.

Comparto una fracción de Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf

Leí esta novela en inglés y esto me pareció tan hermoso que quise compartir. No soy traductora ni novelista y espero que mi rudimentaria traducción les de una idea de la belleza del texto original. ( Estaba yo en una clase tan aburrida que me puse a transcribir lo que leía...) “Él permaneció de espaldas a su silla, exhausto pero confiado. Permaneció descansando, en espera, antes de interpretar nuevamente, con esfuerzo, con agonía, a la humanidad. Permaneció muy alto, en el respaldo del mundo. La tierra se estremeció debajo suyo. Rojas flores crecieron a través de su carne: sus hojas espinosas se mecían con un susurro alrededor de su cabeza. La música comenzó de nuevo sus sonidos metálicos contra las rocas. Es la corneta de un auto calle abajo, murmuró. Pero aquí arriba no puede ser encañonada de una roca a otra, dividida, reunida en toques que crecían en suaves columnas (que la música puede verse es un descubrimiento) y se convirtió en un himno tejido ahora alrededor de ese

Espirales

Danzas por los días con tu canción de sangre, la sangre que soñaste en todas partes con terror, con paredes altas y cerradas como la casa de angustia en la que te hallas, y quieres hablar, quieres saber o quieres perdonar, que te perdonen,que alguien grite que te espera, que alguien diga que ahí está, que no hacen falta manos porque llegaron todas y que tu voz es todas esas voces que cantan y denuncian y se elevan y terminan en añicos mientras el sueño continúa y la espiral te sigue hundiendo pero tú no vas a parar, no dejarás de buscar esas estrellas que no alcanzas a ver, no partirás de la tierra hasta que todo, todo diga que nunca paraste de buscar y de seguir y de asombrarte y de amar.

Extemporánea

Cómo partir los universos que me habitan para que los conozcas,  cómo servir en qué copa licores que me embriagaron,  que no existen ya, mas que en el fondo de un recuerdo  gastado y escondido que sin embargo me conforma. Cómo dar de esa parte de mí que no conoces porque no fue tu tiempo,  porque tu primavera nació ayer y yo hace tiempo que dejé el verano. Juntando sólo las manos transcurramos en los distintos calendarios y compartamos la luz que va quedando.

Canción del fuego

En el Módulo II del Diplomado para la Profesionalización de Mediadores de Lectura hicimos el ejercicio de elegir un personaje. Soy el fuego, y ésta es mi canción: Canción del fuego Canto a temblorosa luz del nacimiento, a la flama voraz, consumadora. Crepito, danzo, fluyo, alumbro, prendo, calcino. Canto a mi lengua que siempre busca el aire, a mi camino final, que es la ceniza.

Ayotzainapa y todo lo demás

Nos persiguen de noche los rostros de esos chicos, las lágrimas de sus madres que nos queman las mejillas, nos arden el corazón, prenden la rabia que traíamos escondida. Nos apagan la voz pero nos sacan el grito y nos escuchan cerca y lejos, y nos apretujamos en un solo corazón que somos todos, con un mismo dolor. De niña tuve patria, estoy segura, o no estaría sintiendo que se me ha perdido, que las estrellas no saben de su paradero porque es cosa de bichos y alimañas donde ahora se hospeda. Ayotzinapa me muerde el corazón, me trae el rostro asesinado de mi Bety Cariño, mi amiga pitaya roja que se murió en la raya llevando ayuda en una caravana, que me llevó a leer poesía a su Radio Rabiosa comunitaria, que organizó tantos talleres para que yo compartiera en cárceles y escuelas. Ayotzinapa me recuerda a mis tres camaradas poetas con hermanos o familiares desaparecidos, me recuerda mi azoro gritando por Acteal, y, más lejos, mi boteo por la gente de Nicaragua cuando su revolución, a

MEMORIANDO A LOS MÉDICOS

En general, tengo que aceptar que no ha sido muy buena mi experiencia con los médicos: a mi hermano con enfermedad terminal lo trataron con crueldad, sin mínimo respeto durante el largo tiempo de su padecimiento. A mi madre le provocaron gravísima enfermedad debido a que por meses su médico familiar le suministró un medicamento sin considerar que era prohibido para ella, en su condición de diabética y eso desencadenó que tuviera tremendos desajustes en su organismo y estuviera hospitalizada en urgencias por un mes en el DF, donde estaba de vacaciones. Pero como hoy es día del Médico, me pongo a recapitular y entonces me vienen a la memoria esos doctores del Instituto de Neurología y Neurocirugía, en la ciudad de México, que me "regañaron" por no haber llevado antes a mi hija siendo que el problema era, para variar, un mal diagnóstico previo. Bueno, en ese instituto los médicos me parecieron verdaderos sabios pero además, comprometidos tanto con la ciencia como con las pe

Exhorto: Poesía contra la violencia

Poetas : Tenemos la consigna de levantar la voces para llamar a la paz con acciones que provoquen la vida que nos merecemos. Lecturas en plazas públicas,  mutitudinarias o íntimas, talleres para niños, para adultos, para enfermos o internos en reclusorios. Lectura y escritura, arte, son las actividades que debemos diseñar, difundir y llevar a cabo para enderezar el rumbo. La poesía cura, la poesía salva. Apelemos ala palabra para que anide en todos, sembremos la poesía para florecer la paz. Sigamos caminando hacia la luz que buscamos poniendo ese grano de arena que nos haga sentir dignos de ser poetas. Invito a todo poeta a seguir trabajando desde su poesía y sus acciones para que la palabra recobre su poder y restañe todo el daño. Nunca es tarde y ninguna acción, por modesta, es menor. Sabemos que vale la pena. Hagamos que la poesía resuene callando el estruendo de tanta sangre que corre. Tenemos nuestra voz y la de muchos, tenemos la conciencia y la convicción. Exhorto a que

Ayotzinapa somos todos

Qué doloroso y difícil hablar de lo que nos sucede y que todo el mundo sabe: México es un país ahogado en sangre y huesos, sin justicia, sin ley, sin castigos. En nuestro país está prohibido pensar y disentir, huir de la enajenación mediática. En nuestro país las oraciones se dicen con lágrimas en los ojos y en las gargantas se nos quiebran los gritos. Se nos arden las miradas cuando vemos los rostros de todos aquellos que no encontramos, que no sabemos dónde están y queremos que regresen. Y no nos han alcanzado tantas voces reclamando justicia, tantos puños en alto, tanta rabia y amargura en nuestros corazones para encontrar lo que buscamos. Buscamos un lugar en donde nuestros hijos nunca encuentren una bala en su camino, donde jamás se crucen con un policía, político, "servidor" público corrupto, profesor sin ideales, traficante violento. Queremos un país donde quepamos todos, donde aunque no todos pensemos igual, tengamos respeto por los otros y nos demos las manos

Comparto este secreto

... porque ha dejado de serlo. Tiene muchos años que hago a la Catrina. La de Posadas que vistió Diego Rivera en su mural, y de quien copio su atuendo en la medida de lo posible: En el Husong de Ensenada En la Calle Primera, Ensenada La creación del maestro Francisco Merino

De estudios y tutores...

Tomar la determinación de estudiar ¡al fin! una licenciatura a distancia, fue un logro. Porque primero tenía que hacer la prepa en la misma modalidad, cosa que le meten a uno en tan sólo dos meses vertiginosos llenos de información prácticamente imposible de retener, pero en fin, la cosa es cobrar el curso y se acabó, quien pasó pasó y quien no pues qué mejor, ¡que repita!. En mi caso me puse a tomar tutoriales de cuanta cosa en youtube para intentar pasar el CENEVAL y que lo voy pasando, así que seguía buscar el ingreso a la UNAM, que además de tener carreras a distancia, es gratuita. Pues que agarro la guía de estudio y que me lanzo al examen al DF y con los polvos de la Madre Matiana que me mandaron todos ustedes, que voy pasando, otra vez, un examen. Claro que mi sorprendida alegría no tenía límites, ya no había pretexto para no estudiar. Al propedéutico y a seguir con lo que me pusieran por delante. Y que llegan las materias, que es donde mero me las vi negras. De l

Vecina de la desgracia

Pues sí, hoy quise llamar a la mamá de mi alumnita de lectura Meche, y encontré que está muy enferma. Ella, la madre cuidadosa, enfermera de la niña en las dos ocasiones en que ha sido operada del corazón, sin apoyo del padre, con una madre inválida en su casa, me contestó afónica. "Así estoy desde que me operaron", dijo. ¿A usted?!!! ¿Qué le pasó? Pues resulta que ahora es ella quien se encuentra enferma: un tumor en la base del cerebro que médicos que viajan desde el DF vienen a operarle con una técnica que consiste en ponerle sonda en un brazo, o eso entendí. Y es quien trabaja, quien lleva a las enfermas a los médicos, quien le quita las pulgas a la perrita, quien se ha quedado sin trabajo porque tiene que cuidar a la niña o a la madre o a ambas... ¿Cómo sucede así? pregunto. Dios lo sabe. Pido luz para entender y alivio para ellas, cualquier clase de alivio,  porque desde que las conozco están asediadas por la pobreza y la enfermedad. Y si no se me hubiera ocurrido

De esos días raros

El sueño que tuve me despertó vivamente con una sensación amarga. No entiendo lo que pasa, ese sueño puede que remonte a hace cuarenta años, estaba segura de haber superado todo eso y ahora, inesperadamente, cuando estoy todavía celebrando mi cumpleaños 59 por tener alegría y salud, ¡zaz! aparece este sueño que refleja en cierto modo, de la manera en que lo hacen los sueños, mi pasado. Me levanté metida en la situación y de inmediato quise hacer lo que fuera para distraerme y disipar esa amarga emoción de extrañeza que me hacía pensar en que no era la mejor manera de iniciar mi día. Para colmo tendría una sesión de retrato, no sabía qué ponerme y no quería verme cruda como bolillo sin hornear. Me probé varias mudas de ropa, si negra, si clara, si con escote, si así o asá... hasta que me agarraron las carreras y ya me quedé con lo último que me probé, el pelo no se me quiso acomodar y a duras penas puse rimel a las pestañas diminutas porque si no ni se ven. Para colmo, justo cuando e

Mal sueño

Estamos embarazados y me siento muy feliz. No reencontramos después de muchos años, nuestro primer hijo es ya un joven con su vida en sus manos. Estamos en la vieja casa de su familia, veré de nuevo a todas sus hermanas. El elevador me marea con tanto adorno dorado y sus raras maneras para cerrarse y subir con muchísimo esfuerzo y quejidos oxidosos. Hacemos el amor en donde era su recámara cuando estudiantes y me sentí como aquella jovencita enamorada y llena de esperanza. Mientras me estiro feliz en la cama él se pone muy serio. Esto no está funcionando, me dice. No sé a qué se refiere y la sorpresa me desaparece las palabras del cerebro y de la boca y me pone un salto en el corazón. ¿A qué te refieres? No podemos seguir juntos, es una equivocación. ¡Pero tenemos a esta criatura! Tú la puedes cuidar sin problema ¡Ah no, yo ya lo hice y ahora te toca a ti! Se levanta ligero como el aire mientras mi cuerpo adquiere el peso de todo el plomo del mundo y mi corazón se po

Un rosario de jade

Estoy de visita en la casa de una señora muy mayor.  Hay muchas habitaciones bastante abigarradas tanto en la arquitectura como en el contenido: parece museo porque los muebles son bastante antiguos aunque bien cuidados. Una de las empleadas de la casa me pide que la ayude a revisar el drenaje de las cafeteras. Disimulo cuanto puedo mi cara de “¿what?” y la acompaño a un antecomedor que tiene vitrinas llenas de objetos de plata oxidada. Entre ellos, las cafeteras. Al revisar una por una veo que en la parte del fondo o base tienen un compartimento como el que conocemos para poner pilas en algún aparato, y procedo a retirar los diminutos tornillos para ver si ahí se esconde el drenaje dichoso. ¡Sorpresa! lo que contiene ese espacio son una especie de libritos de acordeón hechos con tela. Como son tan antiguos no sé si fue con el propósito de que perduraran más que el papel o en esos tiempos no había tanta disponibilidad del mismo. Tienen bordadas letras que calculo son oraciones q

Cómo pasan los años

Mientras preparo mi taza del café viajero que me hizo llegar mi primo Jorge desde mi tierra, me pongo a recordar cómo van siendo los cumpleaños a lo largo de mi vida. Bueno, porque la fecha es algo así como un punto de partida desde donde hago esta pequeña reflexión. De niños no tuvimos mayor idea de los cumpleaños, excepto la de que siempre los que se festejaban eran los otros, no los propios. Sin embargo, cuento con dos festejos en mi infancia, por lo mismo memorables, a los cuatro y a los once años. En ambos fue mi abuela paterna quien hizo mi pastel relleno de fresas y nuez, inolvidable como ella. Luego hubo algunos cumpleaños deplorables en los que no era capaz de agradecer mucho debido a la etapa en la que me encontraba, de abandono, desamor, lucha. La vida, este caleidoscopio, a veces nos ofrece las vistas más maravillosas y vino un tiempo en el que mi cumpleaños era una magnífica celebración, con personas y regalos abundantes y se llenaba la casa con su visita. Me sentía

Alas de dragón

Tus pesadillas fueron mis lunas de colores, mi risa desbocada, mi aspereza de arena. Cada minuto eterno con sus prisas, mi mente de volantín por la mañana mi espíritu de pájaro mis garras de dragón. No fue posible que trenzaras mis cabellos cuando el amor desmadejaba: tú no aprendiste a caminar por filos rodeado de huracanes y arcoiris. Te estremecieron todos los hechizos y yo, la bruja, no pude darme cuenta que es sólo miedo aquello que temblaba. Me recojo las alas y bebo las pociones que apacigüen el volcán que me desata. Hoy dormiré la noche del veneno y un día despertaré tan poderosa  que van a darte miedo mis alas de dragón.

La guerra por TV

Te vi: tan grande como a la montaña, con ojos igual que lunas. Apenas ayer soñabas y ya desde ahora gimes. Antes nunca hubo lluvia que te causara daño, que soplara un incendio y te abrasara. Tú resistes en la guerra: no encuentras a tu madre ni a tu padre y cargas por herencia dolor ilimitado y un cuerpo tan distinto al que tenías que ya no puedes enjugar tus lágrimas. En el momento en que te miro manos ajenas te secan ese llanto que ya no vio tu madre. Solo sin los molinos de tu cuerpo, sin esas flechas de siete años de altura, más grande que esa montaña que dijiste, más valiente,  más hombre tú que todos esos que andan en sus botas. Más cerca tú del cielo en ese infierno, tú, el de los ojos de luna de quien no conozco el nombre: nunca sabrás que aquí, tan lejos, por el brevísimo tiempo  en el que vi tu imagen, me convertí en tu madre dolorosa, abracé tu orfandad con mi plegaria y pronuncié maldiciones a la guerr

Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Carretera

Un camino diferente, un nuevo lugar. ¡Qué excitante! Subir al auto con la idea de viajar por carretera unas seis o siete horas prometía. Mi amiga y yo estábamos muy emocionadas por el viaje. La parte del camino conocido fue hasta llegar al libramiento de Mexicali. De ahí en adelante, fue maravilloso poder ir viendo todo con los ojos niños, los que ven cosas por primera vez. La belleza, la luz, la inmensidad del desierto, algo que no me había tocado vivir y llegó de manera inesperada. Justo en la mejor parte del camino, en el Golfo de Santa Clara, nos encontró la puesta de sol. Cuando cayó la noche, todo se volvió estrellas y después, el golpe de humedad que te echa a andar la sangre, el olor de la sal, la textura de la arena, el calor...¡y el mar! Pero ese otro, el de distintos tonos, diferente del de aquí, con sus  caricias de agua tibia. Difícil adaptarse velozmente al cambio, las impresiones en la carretera fueron profundas, intensas, de esas que te hacen preguntarte si en verda

Función de teatro

Para mi amiga Irina Quizá ya estaba entre sus venas: la sangre reclama los aplausos y las luces, las tablas del escenario. Ahí estará la niña detrásdelarrayaqueestoytrabajando, la pequeña que le daba de comer a la serpiente y asistía al mago en las fiestas donde ella no podía comer pastel. Ahora no va a trazar la línea con su gis mientras el merolico arenga con enjundia encantadora a los curiosos del pueblito. Esta noche, una mujer que lleva a esa niña guardada va a enfrentar a un público sin gises ni serpientes, se plantará en el escenario para que corra por sus venas esa, la sangre del mago, el merolico, el padre, para dar su función de media vida y comenzar a vivir una obra nueva.

De lo que se sueña

En un curioso test de esos que ponen en las redes sociales, se determinó que si fuera un personaje mítico, sería yo un unicornio. ¡Qué sorpresa! Creo que para todo mundo es algo muy hermoso. Según el test, mi personalidad amable y tímida y mi "infinita generosidad" me hacen unicornia.  Al poco rato, no sé si sea coincidencia que un amigo  haya compartido ver un video en el que una persona puede comunicarse con un animal y éste le responde y dice cosas a su vez. Siempre he pensado que tener esa capacidad sería maravilloso. Quizá de esa manera la crueldad hacia los animales podría dejar de existir, aunque viendo todo lo que puede hacer mal el hombre no se puede ser tan optimista. La sabiduría de los animales, como se aprecia en el video, es ancestral. Están conectados con todo, perciben a la naturaleza de manera única, especial, y por lo visto, la falta de comunicación o entendimiento con el hombre podría explicarse por lo lejos que estamos de ser todavía como ellos: pur

Instante

Porque todo se va, la luz que admiro está cambiando, la suave pátina que cubre la montaña irá a dorarse por la tarde, justo cuando el expiro del sol, y llegará la noche para meter en su manto felpudo las horas que pasaron... Buscando a Petra. Técnica Mixta, 2002, Liz Durand   Así se irá llenando de los días que hemos vivido como flores, como gotas, como amantes corazones o como llagas dolidas. Se irá todo: la bondad más dulce, la infamia más atroz. Asida a esta luz de la mañana, preparo mi corazón para la danza. Porque de cada instante que se va, me guardo todo.

IN MEMORIAM

Así se puede ir cualquiera, sin ningún aviso, sin largas, indeseadas despedidas.Dejando un azoro de abismo y soledad con grande pena. ¿Qué pensaste, Fernando, ahí en tu cama, cuando te diste cuenta desde tu corazón que era el último vuelco? Por fuera toda la vida sigue como siempre, nada se detuvo. Esta mañana  preparaba mi café pensando en el que me mandaste orgulloso de su categoría, para que lo probara. Y al ir a ponerte algunas letras en tu página me encontré con frases dolidas, de homenaje. Así te fuiste, alentando a todos para que fuéramos mejores. Y soy yo quien dice que nadie tiene la vida comprada... Veo las fotos de tus hijas, tus estrellas, y se me arruga el corazón, amigo. ¡Cómo estarán ellas! Sin tu risa ni tu abrazo, huérfanas. Sé que viajas sin pendientes, que tuviste la vida que forjaste y que te cobijó siempre tu anhelo de ser bueno. Me alegra que la vida permitiera que nos reencontráramos aunque fuera a distancia luego de tantos años. Adiós en esta vida, Fer que

Un hermoso domingo

Con el clima ideal luego de estos días de 40 grados con aire caliente, con trinos en las ramas de los árboles, con un sol acogedor, la lectura de ocio, no de tarea, una lectura ilustrativa y nutricia que prepara al corazón para cuando venga lo que tenga que venir un día... Un hermoso domingo de tranquilidad y armonía, lejos del mundanal ruido del que mi abuelo siempre huía, con una taza de café y ninguna prisa, ningún apuro ni molestia. Ah, qué sencillo es lo más grande! Una caricia de sol, un suspiro del aire, un aroma delicioso, un silencio que abraza y un libro sorpresivo, de esos que pasan por las manos y la vista de una como por casualidad, como si la casualidad existiera...

Un poco de respiro para sentirme poeta...

Estudiar una carrera en México es verdaderamente una prueba de resistencia. En mi caso es a distancia, lo que implica compaginar todas las actividades y compartirlas con la demanda de horas y horas de lectura y estudio para preparar tareas. No es fácil y reconozco a todos mis compañeros que están trabajando y criando hijos y cumpliendo también con mil obligaciones mientras estudian su licenciatura. Desde febrero estoy en este remolino de teorías, asombros y lecturas que implica el aprendizaje y que no me han dado tregua dadas mis escasas o nulas herramientas para cumplir con las tareas haciendo uso de programas de computadora que desconozco y confeccionando mapas conceptuales o líneas del tiempo que no sabía que existieran. Duermo soñando que estoy escribiendo sobre algo, que subrayo interminables páginas. Me paso el día pegada a la computadora o leyendo y tengo que hacer escapadas para cumplir con tareas cotidianas. Ahora me da cargo de conciencia pensar en salir a tomar un café o

¿Dónde está Macondo?

Diecisiete años, recién llegada de provincia al DF y fascinada con la lectura desde niña, gracias a mi trabajo tenía mi propio dinero para comprar libros. No tenía guías ni maestros, me orientaba leyendo las sinopsis en las librerías o en el catálogo del Círculo de Lectores. Cada quincena separaba un dinero especialmente para libros, y visitaba las librerías buscando los tesoros. Cien año de soledad lo compré por el título. Yo era una solitaria, algo tendría que decirme. Y en cuanto abrí las páginas me llovió encima torrencialmente, como en la tierra que extrañaba. Las casas eran igual que allá, y su gente parecida. También en mi tierra pasaban nubes de mariposas, podía verlas salir de las hojas de mi libro. Un lugar como mi tierra, pero tocado por la magia, donde ocurrían toda clase de cosas como si nada. Un mundo como el que yo quería habitar, en donde yo fuera posible. Aura me había gustado por misteriosa, por el revuelo de jóvenes yendo al centro en busca de su casa, y La tumb

Divagando

Sí, a veces hay momentos en que los sentimientos o las emociones son como las ventanas empañadas cuando llueve. Depende de lo que tengamos adentro, las luces parecerán vitrales o semejarán lágrimas. Nos sentiremos felices o completamente solos. Protegidos o a la deriva. Hay momentos en los que el corazón se seca porque el rumor del río nunca se acerca y la sequía va provocando grietas por donde todo se nos va. Y hay también los instantes en lo que se nos crece el corazón y la dicha explota adentro de una y por más que quisieras compartirlo es imposible, ningún signo se acerca a la infinita dicha y paz que sientes, a la auténtica alegría que mueve a tu corazón... Y pensando en esos extremos veo porqué es grande ser humano, tener esta capacidad para tantísimos registros, vivir una y otra vez cualquier tipo de abismos y crecer, y amar, y disfrutar, sea que conquistemos las cumbres o que ellas nos devoren para que regresemos, lamiendo nuestras heridas y con las alas rotas pero con volun

Como si detuviera el giro de los sueños

Ésta es la nueva era  parida con la rotura gigantesca de una vida quemada por el rayo. Es la nueva canción entre las venas, adormecida, tímida, calma de pera verde entre los huertos. Nueva morada, nueva casa, alto de luz en el umbral, clavel rosado encima de la mesa, jaula sin pájaros, sólo con alas. Casa que vuela por las noches cuando la luna, cuando el sueño. Que apacigua el motor rumoroso de su centro donde vidas minúsculas cobran importancia, se asoman sin la amenaza de los pasos, suben o bajan escalones averiguan si ya es profundo el sueño de quien duerme, propinan el pinchazo gota de sangre que garantice un poco más de vida y terminó la madrugada, los gallos rompen la noche a picotazos se asoma la mañana velos de luz le dan fisonomía a las cosas los objetos recobran su sentido y en la cama esa mujer a punto de dejar los sueños la calidez de las mantas que la arropan, las horas en que fue a otros mundos. Se tensan poco a poco los músculos, se r

Nueva etapa, primavera, escuela... vida!

Sí, la vida es maravillosa, como quiera que la pongan. Desde los sustos abismales cuando la enfermedad de un ser querido y cercano y te aterrorizan ante su posible pérdida hasta el sublime momento en el que agradeces que no haya sido así. Este inicio de año ha estado movidísimo, ya estamos a tres cuartos de marzo y siento que apenas se termina enero: inscripciones en el DF con las fuertes emociones de entrar a la UNAM, la emoción de encontrarme con mensajes desconocidos de un ser amado que ya partió, la intensidad de la preocupación con la grave enfermedad de mi madre, el inicio de las clases en la facultad... Estoy enfrentando retos, como es costumbre en la vida. Nunca -fuera de la primaria, como saben- he sido escolarizada, pero aunque hubiera sido, estas nuevas herramientas para hacer presentaciones, mapas conceptuales, líneas del tiempo y demás, son absolutamente novedosas para mí. Y qué puedo decir de la plataforma de estudio a distancia de la UNAM, que me ha puesto un cuatro

Sala de emergencias

Otra sala, otro hospital . Pero la misma humanidad dolida, frágil. Familiares rendidos por el sueño y el cansancio atiborran los pasillos. Algunos con más suerte se han tendido a dormir en las sillas de espera, pero otros son vencidos en el piso. El cansancio, pero también el miedo y el dolor hacen presa de ellos. No hay descanso ni silencio a las tres de la mañana en este sitio. Con el ruido de las voces se deja oír también el ritmo pesado del sueño en esas respiraciones que se han dado una tregua para huir a otro espacio donde no hay enfermedad ni espera. Algunos otros rezan en voz alta refugiadas en esa fe que más que nunca sale de todos los rincones donde se encontraba, quizá olvidada. Otros tienen biblias e la mano y otros más se refugian en el espacio virtual de sus teléfonos para estar también en oro lado y no mirar que junto está alguien que pena, alguien que no sabe qué hacer o desespera, caras agotadas y miradas enrojecidas, pies hinchados, comida chatarra, lucha por una s

La voz del río

Miro el paisaje con mis ojos de agua mi rumor de piedras; allá está la raíz de  mis amigos; acá las rocas acunando musgo. El infinito azul me vuelve espejo y las aves me hacen bebedero. Las niñas tiran flores por la tarde esperando que recoja sus tristezas. Seguir, seguir sin detenerme, tumbado sobre rocas, horadando la tierra, llevando este murmullo, vida y fuerza abran paso, recojan en sus cántaros lo que puedan de mí, mojen sus danzas entre mis orillas depositen barquitos de papel cuiden sus niños; no me asfixien con sus obras, no encierren mi curso, no desvíen mi voz. Que soy un rÍo que fluye, que siempre va hacia el mar y no se queda, no se echa por las tardes a contemplar el sol, va siempre a la carrera, no importa si la luna... Que soy un río que pasa, que deja su rumor afuera de las casas entre bestias, entre bosques. Pero qué tal si no soy yo quien pasa, son todos esos pasos que no pueden quedarse, esas