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Mostrando entradas de 2018

Un gran hueco

Lo normal sería hacer el recuento. Pero hay un enorme hueco en mi cabeza y en mi pecho. Como estar pasmada, suspendida en una corriente de aire que me lleva a no sé dónde, no sé cómo. No siento miedo, en realidad no siento nada. Es un compás de espera inusitado. Vendrá el tiempo de hablar, de agradecer -estoy segura- pero ahora, no hay palabras, no hay memorias, no hay sino esta inmovilidad y sensación de hallarme en estado suspendido del que no sé cuándo saldré. No siento nada.

Decisiones

Sorpresiva, así es esta Navidad.  Quizá la última que viva a ras del mar, en la esquina del país. Digo quizá sólo por aquello de que Dios dispone, porque la decisión de marchar está tomada. Once años aquí intentando ser parte, queriendo sembrar un poquito de mí. Ciclos que terminan, ciclos que comienzan. Los verdores infinitos me esperan allá, lejos. Las rumorosas aguas seguirán arrullando mi sueño como en la infancia, y los aromas germinales irán desatando mis memorias y emociones. Nuevos ciclos, nuevas aguas, reverdeceres que a estas alturas se antojan increíbles... nuevos temores, otros retos, más tesoros por descubrir para mi cofre de amistades. Duelen un poco los cierres y las despedidas, aunque sean temporales y aunque en nuestras alforjas llevemos lo que necesitamos; un poco de tristeza no está mal, sólo quedarme atada a ella no me lo permito. Amaneceres diferentes, sonidos mojados, visitas de neblina entrando por las ventanas para poner su encaje en las alcobas, y el río c

Con el sagrado pan de la esperanza

Para Andrés Manuel López Obrador Con el sagrado pan de la esperanza decido alimentar esta hora incierta. Tal vez mañana pierda la memoria del horror y el dolor que me acompañan. Tantos huesos sembraron los caminos que una fosa descomunal era la patria. Llanto y oscuridad y crímenes arteros pétalos reventados e la asfixia territorio de huérfanos, la patria. Cada flor un dolor, una astilla zozobra nuestro pan cada mañana sueños que siempre se tornan pesadillas. Y luego de luchar contra gigantes el calendario marca un tiempo nuevo en el que se levantan mis hermanos con los ojos abiertos y las manos prestas. Promete primavera y brotes nuevos, promete acompasar los corazones un poco lejos del horror, tan sólo un poco: hacen falta más días y voluntades para que el árbol renueve sus raíces. Hoy amanece con sol, con lluvia o frío, con el sagrado pan de la esperanza. Liz Durand Goytia

Nuevo proyecto

¡Qué emoción! después de presentar hoy mi último examen del semestre, estaré libre para terminar de diseñar un taller de bordado. Nuevos materiales, nuevas ideas, muchos momentos para dar rienda a la creatividad y dejar salir la voz que llevamos dentro. Nos hilvanamos en preciosas telas, anudamos nuestras memorias, rematamos lo que ha terminado, coloreamos nuestras esperanzas... Estoy ansiosa por ver lo que me depara este proyecto. Primero será un trabajo personal, en solitario para poder explorar, analizar, recordar, pulir, imaginar... y luego podré compartir lo que aprenda

Hilos que escriben... mi bordado

Porque el hilo va de mi mano a mi corazón y se ensarta en la aguja de la memoria para relatar las emociones que me han hecho vibrar, aquí les comparto ésta, montada en material para persianas. el bordado se hizo en un cuadrito de tela de catálogo y las aplicaciones son "milagritos" que me mandaron mis amigas de Oaxaca. Espero que les guste, sugieran el título porque para eso soy maleta...

Nuevas rutinas viejas

Retomar, recordar, reordenar, reconstruir... todo eso habré de hacer a partir de que inicie el siguiente año. Se avecina un cambio en mi vida y en mi espacio y desde ahora empiezo a reunir la fuerza suficiente para encararlo. Yo decía que no soy de rutinas, pero la rutina hace presa de una y aquí estoy, pensando en que debo rebobinar la cinta de mi vida y encontrar nuevas rutinas, sola. De ninguna manera sería la primera vez que vivo sola, no es algo que me aflija. Pero pasar de un momento a otro de la compañía a la soledad, no es tan sencillo... por lo de las rutinas: para tomar café, para ver tele, para hacer comida, para ir al super, para conversar, etcétera etcétera. La parte buena del asunto es que a mi compañero de casa se le presenta una gran oportunidad y es de los que saben aprovecharla, así que más allá de las telarañas que me andan rondando la cabeza y el corazón, lo conducente es desearle un camino luminoso y alegre para que todos sus propósitos se cumplan. A mí me toca

Reflexión repentina de domingo

En estos pocos días se han ido muchos otros que casi no recuerdo, no tengo sino un sabor reminiscente de la gloria del encuentro primero, el del descubrimiento. Los intensos hallazgos entre nosotros, los luminosos momentos de pasión, de sueños compartidos, caminos que juntos transitamos. En este hueco que deja tu ausencia temporal que aunque breve no es ligera, las memorias aletean por todas partes cosquilleando el corazón. También llegan recuerdos de los días en los que no estuviste y retomé el camino sola mientras buscabas encontrar la paz que no tenías. Veo todo lo que hemos construido en veintún años de seguir intentando, de seguir encontrando, de seguir preguntando: un hogar sólido y firme que no tiene paredes, cuyas bases se hacen anchas según necesitemos. Una estancia cálida, amorosa, en donde reposar nuestros cansancios y restañar heridas viejas o nuevas, grandes y pequeñas. Un jardín florecido donde crecieron el perdón

El viaje del poemario...

Después de la noticia de que me habían editado 300 ejemplares de un poemario, había que recogerlo en Toluca. Es decir, 2,772 kilómetros lejos de aquí. Y había que recogerlos rápido. La fortuna que tengo en amigas sirvió para que una de ellas me hiciera favor de recogerlos al tiempo de ir por los suyos, y llevarlos a mi amado Valle de Anáhuac. ¡Otro avance! Días después era hora de pedirle al hijín que los buscara en casa de mi amiga, pero las ocupaciones de un hombre importante no son fácilmente removibles o modificables, así que había que esperar. Y de pronto ayer ¡zas! avisos telefónicos de que mis ejemplares iban camino a casa de mi hijo. La historia viene de dos años atrás, cuando me animé a enviar una carpeta con textos y la idea de que no perdía nada enviándolos. Como al año me buscaron para que dijera un título que ahora no recuerdo. Y un año después, me avisan que fui seleccionada y que ya están. La paciencia tiene su recompensa en forma de inmensa alegría. Ahora falta tr

Nuevo poemario en breve

Hoy me dan ganas de iniciar "Querido Diario" ... me acaban de avisar que una editorial con sede en Toluca tiene 350 ejemplares de un poemario mío que acaba de editar... ¡así de sencillo! pero cuánto jubilo, cuánta ansiedad en la espera por saber cómo se mira ese nuevo hijo de tinta, de qué tamaño y qué color será, qué recuerdos revivirá en mis adentros, qué cosas me hará sentir cambiadas... ¡Qué magnífica noticia! Estoy en ascuas deseando saber cómo hacer para ir a recoger los ejemplares, hojearlos, estrecharlos... repartirlos. ¡Qué linda noche será hoy, con la noticia! Sentir que sí, todavía soy poeta -disfrazada de estudiante- y volver a pensar en las lecturas y presentaciones, lo que me da la energía que los demás invitan cuando dicen que les gusta uno de mis poemas, cuando me dicen que soy su voz... ah, poesía, siempre en las venas, siempre en el corazón, poesía.

El asalto de la verdad. Fragmento de un viejo diario

Tenía los ojos cerrados mientras hacíamos el amor. Él comenzó a ponerse más intenso y pedí que fuera leve, pero la pasión le ganaba. Intenté seguirle el paso; entonces abrí los ojos y miré su cara en la oscuridad. Horrorizada grité con un miedo que no conocía y me puse balbuceante, sólo gritaba "¡no!" con insistencia mientras me encogía y lloraba, moviéndome como si me estuviera meciendo hecha un ovillo. Él se detuvo asombrado y con preocupación porque no le permitía tocarme y porque sabía que no había sido violento. Se separó de mí cuidadosamente diciendo algunas cosas que no quise escuchar porque el terror era una pinza que me aprisionaba. El pecho me retumbaba y me salieron manantiales de los ojos con una agua caliente y densa que no paraba de fluir. Intentó calmarme diciendo "soy yo, niña, soy yo que te amo y no te hago daño" por mucho rato, pausadamente para darme tranquilidad. Yo ya me encontraba en la esquina de la cama abrazada a mis rodillas, todavía estre

Regreso a las andadas del estudio

Comenzando agosto reiniciaron las clases a distancia en la UNAM. Un reto más, este sexto semestre. La carga es fuerte, hay que leer mucho y hacer actividades que entregar cada semana. El final del día me encuentra cansada del cuerpo pero con la mente llena de cosas que me da gusto aprender, conocer, experimentar, probar... ¡nada como aprender! El verano, sin embargo, no facilita las cosas. La ciudad en que vivo no tiene clima extremo y sin embargo este veranos nos tiene agotados por los37 grados que hemos llegado a padecer. Las casas están calientes a toda hora y para colmo hubo una semana en la que no sopló el aire fresco típico de la región. Estudiar escurriendo gotas de sudor casi metida en un ventilador y con tortícolis por la corriente de aire, no es una cosa grata. Nos debería consolar saber que hay lugares que están en peor situación, pero la verdad eso no da consuelo. Mes de muchos cumpleaños: el de mi hijo, el mío y de varias amigas. Mi casa recibió a los compas que pasaro

El nido

La mañana es joven y la luz gigante. Hay un aire de hogar, un aire tibio y dulce. En una esquina de mi casa me esperan horas de feliz estudio, grandes aprendizajes, agotador y lúcido cansancio, apuntes, papeles y colores... Me siento profundamente agradecida por tener este espacio pequeño pero cálido, suficiente para contener mi persona, mis propósitos y sueños. Un nido rodeado de espinas que me salvaguarda en su interior, donde siempre transcurren la paz y la armonía, a veces levemente trastornadas por algún apuro. Aquí vivimos esforzándonos por mantenerlo acorde a nuestro interior, sin más aspiración que percibirlo nuestro y disfrutarlo en cada una de sus luces, en cada uno de sus aires. Está hecho de libros y memorias, de voces y silencios, de gritos y de música. Aquí tienen remanso los amigos con promesas de largas conversaciones, de abrazos cariñosos, de comida rica. Pocos saben cuál será su última morada, pero cada una debe intentarse como tal, y así cuidarla mientras nos

"La vida de las mujeres", Alice Munro

Compré el libro en la Feria del Libro de Guadalajara en 2015 y al fin pude leer libro, especie de cofre de memorias vívidas y olorosas que comparten asombros, sensaciones, y esa incertidumbre que representan los cambios de los días de la gente, tan distintos a los cambios de las estaciones, entonces predecibles y seguros. Un remanso de agua corriendo, de luz que no hemos visto porque no ha vuelto a ser igual, de pequeños descubrimientos hacia afuera y hacia adentro con retazos de fragancias sutiles o salvajes y de encuentros que eran sorpresas por más que fueran esperados. Sí, un remanso en la turbulencia de estos días cargados de una esperanza que necesitamos mantener viva casi con desesperación y un buen momento para recuperar esas partes nuestras escondidas en el fondo, reposando bajo el fino lodo del tiempo.

Colores y animales

A esa casa yo llegué por un motivo diferente pero como “a donde fueres, has lo que vieres” la situación cambió. Los niños de esa casa grande llena de cuartos y de objetos valiosos amontonados por todos lados querían ponerse a pintar y no sabían cómo empezar con tantos materiales que tenían: los lápices prismacolor estaban distribuidos o tirados por varias partes, y los cuadernos profesionales de papel para pintar estaban usados de la peor manera, con las hojas cortadas de cualquier forma y arrugadas. Yo sólo me quedé pensando en los niños de mis talleres, que tienen que usar crayolas partidas en tres para que nos alcancen… pero me puse a mostrarles cómo se separan las hojas cuidadosamente, con una navaja. El caso es que les dije que les enseñaría a mezclar siete colores para que hicieran todos los que quisieran con pintura, pero a la hora de escogerlos no pude recordar bien el orden en que van en la paleta y estuve batallando. De pronto entró una muchacha que me pareció conoci

La tormenta, poema

La tormenta

Siempre será un gusto compartir mis poemas. Aquí les dejo uno, espero sus comentarios.  https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fwe.tl%2F3ODOun5De4&h=AT1OnmvCMyHVVXm6GczHmORpbnIPBWt3rDSSd3BrP9K5tTM5HJXVPVWgUHmeUUU0IL7pKx8rWo9Fg4Hj4xKDWJr5lcgHBr5Nrv3kEl61sBquzYyEL2KKaDpWU0ifKF3T1-I7t9Y&s=1

Y ahora qué hago con el ocio

¡Se terminó otro semestre! iniciaré el sexto en agosto y mientras tanto, qué raros se perciben los días sin sensación de que toooodas sus horas no alcanzan, la falta de adrenalina por las prisas para entregar trabajos, los ojos llorosos por estar horas en la pantalla buscando informaciones, preparando tareas, tablas, reportes... ¡Amanezco sin prisa! cuando ya hay mucha luz, cuando mi cuerpo pide salir de la cama y el café es mi primer pensamiento. Ahora sí, al cine al café al parque o a donde se pueda. Y sobre todo ¡a los libros por placer! no hallo cómo elegir mi lectura de vacación con tantos títulos pendientes, estoy paladeando las horas metida de nuevo en esos mundos de los libros... También es hora de bordar por más tiempo, de disfrutar de esa otra manera de pintar. Gracias a Dios por ponerme todos estos caminos en donde siempre me voy encontrando joyas grandes o pequeñas para enriquecer...

Abril para Dolores Castro

Dolores Castro Varela y Liz Durand Goytia En su casa, en su mesa, con parte de su familia y con su mucha historia, Lolita nos dejó festejarla con el cariño que nos movió desde Cd. Juárez, Oaxaca, Chihuahua, San Luis Potosí, Cd. de México y Ensenada el mero día 12 en que cumplió 95 abriles llenos de poesía, sabiduría, amor a la vida y pródiga generosidad. Gracias al universo por habernos dejado disfrutar tan grande fiesta de la que dejamos constancia en la antología de celebración que preparamos con el apoyo editorial de Chihuahua Arde Editoras en manos de María Merced Nájera Migoni. La poesía es indispensabe para sanar al mundo.

Cuando no está la poesía

Pensaba en que hace mucho no intento escribir poesía. La vertiente está seca: ni la amargura del mundo y su violencia me provoca a verter mi decepción en un poema. Yermo el espacio donde se fraguan pensamientos con palabras elegidas como flores, como piedras, como espinas o como brisa. No hay cadencia en el vacío,  no palpita el ansia por decir, por dejar ir los ríos que en su venida nos lavan sólo por atrevernos a decir nuestra palabra. Pero no es que viva sin poesía: me la trae cada mañana el cenzontle que canta desde el árbol vecino, aún bajo la lluvia y con el frío. Me la regala el tierno suspiro de mi perra mientras duerme o la pompa diamantina que sale de la nada cuando lavo trastes. Llevo flechas en todas direcciones pero vienen desde el mismo sitio: el descontento y la amargura de ver lo mal que hicimos este mundo que los ancestros pusieron aún sano en nuestras manos. Me falta entrar de nuevo en el santuario donde se gesta aún el más sencillo y pequeño poema, porque para

Por la prisa olvido el juego

La vida es una sucesión interminable de cosas, personas, imágenes, ruidos, tragedias, maravillas, hallazgos y así sin parar. Siempre lo ha sido, pero en la actualidad es la velocidad a la que ocurre todo lo que a veces me rebasa. La vorágine de actividades en las que una se pone a dar de vueltas es tan densa que apenas podemos alcanzar a darnos cuenta de que en algún momento podemos tomar la decisión de parar, pensar, reflexionar, descansar. Apenas abro el ojo y me levanto para alcanzar mi computadora, textos y cuadernos para comenzar a estudiar. Si me decido, echo un ojo a las noticias, cosa de la que casi siempre me arrepiento porque son muestra precisamente de este caos en que vivimos, con una violencia que nunca antes había yo percibido en la vida. Me pregunto si será que ahí estaba pero no teníamos los medios para verla o simplemente somos más violentos, con una capacidad escalofriante para la crueldad. Cuesta trabajo salir de es flujo, no es fácil nadar a contracorriente o perm