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Mostrando entradas de septiembre, 2009

No hay chaca chaca

Primero fue la misteriosa y extraña aparición de las hormigas -como dijo Becerra- y luego mi lavadora me dejó hablando sola: justo en el ciclo en el que debía exprimir, se le agotaron las fuerzas o le dio un síncope o algo pasó y se detuvo. Ni un solo sonido, rechinido, rumor, salió de su cuadrado y esmaltado cuerpo. Hube de sacarle el agua bajando su manguera al piso. Luego me lancé a buscar a quien denominaremos El Primer Técnico, que luego de pedir datos y datos, aseguró que vendría a consultarla. Nadie apareció por la casa. Al siguiente día decidí ir a buscar al Segundo Técnico, que tras preguntar dirección y marca y nombres y teléfono, aseguró lo mismo que el primero, procediendo a hacer exactamente lo mismo: no venir. Hoy por la mañana al rato de haber despertado, recibí un mensaje en mi celular en el cual un amigo me decía que nos veíamos a las tales horas en tal lugar, sin más ni más. Bueno, no tengo pendientes y puedo ir, pensé extrañada. Pero cuando me estaba arreglando para

Vuelo nocturno

Primero pensé que los ruidos que escuchaba eran producidos por una aspiradora en la casa vecina, o algún tipo de máquina. Continué con la grata conversación y la deliciosa copa de vino, sin que amainaran los ruidos. "Es una lechuza blanca", dijo mi amigo al descubrir mi curiosidad. ¿En una ciudad? -pensé-. "Vamos a ver el nido", dijo, y nos encaminamos a unos veinte metros, en donde está un altísimo poste que sostiene un anuncio luminoso. Ahí, en un hueco, estaban tres polluelos paraditos. De pronto luces fugaces como rayos me hicieron mirar a la parte superior del anuncio. Estaba ahí magnífica, un ave adulta batiendo sus alas sin volar. Los focos iluminaban de abajo hacia arriba sus alas, que parecían filos de plata en arabesco. Pensé si sería el vino lo que me provocaba esa sensación de maravilla y alucinación... Casi en seguida emprendió un vuelo lento y adornado, antes de enfilarse hacia la altura de una palmera en el sentido contrario al del anuncio. Desde ahí

Home, sweet home...

Nunca deja de sorprenderme la maravilla de los viajes. Dormí en la ciudad de México y por la noche ya estaba en Ensenada, en mi cama, en mi hogar, respirando otros aires... Llegué más que cansada y en media hora me quedé dormida. Desperté un poquitín tarde -para mis estándares- y con mucha pereza comencé a desempacar. Iris fue la primera en llamar, y también Yadi, para darme la bienvenida. ¡Ay amigas, amigas, mis tesoros donde quiera! A la hora de comer, al jardín de la oficina de Piere para la carne asada por el cumple de Paola. Comí cual bestia y todavía tengo dolor de tripa. Ahora, a retomar mi rumbo -que a veces tengo perdido- y mi rutina. Por cierto, aquí siento un calorón, comparado con el clima de México... Ah, y ayer la visita de las hormigas en mi casa fue más que impresionante...

Última entrevista

Mi amiga Marielena Cerecero y yo tenemos una amistad más que especial, que no puede ser descrita ni clasificada pero es muy clara. Nos vimos al principio de mi llegada a esta ciudad, todas norteadas porque aparecimos cada una en diferente lugar esperando a la otra, pero al fin nos encontramos. Pasó el tiempo que he estado aquí y ayer nos entró a las dos la ansiedad por vernos de nuevo para despedirnos. Así que nos pusimos de acuerdo para vernos después de que intentara yo hacer un pago, y hoy por la mañana, luego de dos intentos previos de liquidar el recibo del agua, me lancé por tercera vez en busca de la oficina donde cobran. Finalmente, fue en la Glorieta de Camarones. La fila me impresionó porque ni en las pesadillas hay esa cantidad de gente en Ensenada cuando voy a pagar el agua, pero por fortuna me tomó veinte minutos hacer la fila y pagar. A la salida había micros y escuché a una chica decir los nombres de las calles por las que pasan, y me subí en uno sin pensarlo...mal hecho

Enfriando los motores

Bueno, comienza a reclamar el cuerpo por todas esas humedades de las tardes con lluvia o aguaceros. Los huesos se resienten un poco con la caminadera y la nariz y los ojos irritados por la sequedad también reclaman su descanso... Así que allá voy, de regreso a ese puerto al que no termino de apropiarme pero donde sé que tengo casa y querencias. Dejaré esta ciudad -que esta vez no ostenta jacarandas- con sus grandes, viejos o nuevos edificios, y sus enormes diferencias. Lo digo porque Gaby mi prima me contó que una amiga suya padeció la inundación de Valle Dorado. Es una zona "nice" en donde rápidamente pusieron policías a vigilar las pertenencias de los dueños afectados, algunos de los cuales de inmediato contrataron empresas profesionales de limpieza para volver a ordenar sus casas. El gobierno otorgó quince mil pesos por casa para compra de electrodomésticos, y una señora comentó que eso no alcanzaba ni para pagar la puerta de su casa... Los muebles y aparatos "inservi

Encuentros

Después de la cena con el exquisito pozole que hizo mi hermana Sandra en su casa, y luego de un rápido regreso a casa dado que el tránsito había disminuido, dormí lo que pude tomando en cuenta que Pablita salió tempranísimo al aeropuerto... A las diez y media, café con las chintololas, como casi cada que vengo. Las desiertas calles de la mañana lucían extrañísimas en esta metrópoli, sin aglomeraciones ni vehículos saturando las vías. Celebramos sin proponérnoslo, once años de ser poetas chintololas. Me alegra que sigamos por estos rumbos de la poesía pero sobre todo, de la amistad. Por la tarde, comida con Gaby y Adriana, mis queridas y encantadoras primas, para volver a casa antes de que se nos cayera el cielo encima como todas estas tardes... Pablita en Ensenada, rumiando su regreso, y yo próxima a marchar... ya siento la nostalgia.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Nueva entrega de fotos

Estos últimos días...Puesto de frutas a la salida del metro, un jardín urbano con frutos de limón, Plaza Antares en Polanco, Teatro Helénico, el Barracuda con Mauricio y Paola, más chiles en nogada y Paola conduciendo en la capital... sin olvidar la visita a la Casa Azul de Frida Kahlo.

Las fotos

Varios aspectos de mi viaje: festejando los 79 de Héctor en la Casa Azul con Maritoña y mi ahijada Zuly con una comida improvisada, rescatando algunas cacerolas y vajilla empolvadas en casa de Mauricio; con Paola y Nube en el microbús, con mis sobrinos asando nopales, con mis hermanas y hermano en la comida del domingo, con mi amiga Marielena en el café y con Yadi en los chiles en nogada.

Caminata en el DF

Lo primero: Los estudios de esta semana que se practicaron a Paola en el Instituto de Neurología indican que todo marcha bien, según las palabras de la doctura Cárdenas. Cuando vimos las imágenes de la resonancia nos quedamos pasmadas, pues como en marzo estaban casi igual que las de noviembre, no esperàbamos gran cambio, pero calculo que los bichos han desaparecido en un noventa por ciento, así que estamos verdaderamente de plácemes y agradecidas con Dios y con todas y todos los que nos han acompañado en este viacrucis que parece que va teniendo un final feliz. A la salida del hospital, como tardamos mucho en conseguir la ficha para el mes de febrero, que viene a consulta, comimos ahí en la cafetería -mientras nos enterábamos del secuestro de un avión de Aeroméxico en el aeropuerto de esta ciudad- y no pudimos llegar a comer a casa de Coquito, que nos esperaba. En cambio caminamos de la parada Altavista del metrobús al teatro Helénico en Revolución, a comprar boletos para el viernes,

Nota gráfica

El corazón de la capital del país es toda una experiencia. Camino por sus calles percibiendo la energía de los siglos y de la calidez de su gente. Hoy me invitó a comer mi amiga Yadira los muy famosos chiles en nogada de la Fonda de Santo Domingo y aproveché para tomar algunas fotos que comparto...

LLuvia

Aquí en el DF la lluvia cae suavemente sobre el pavimento, haciendo un sonido aterciopelado. Claro, no hablamos de aguaceros. La temperatura ha ido de 16 a 24 grados y para mí es un descanso del calorón que tuvimos en Ensenada la última semana. El lunes me fui a San Juan Teotihuacan, a ver a mi legendaria amiga Maritoña, que desde hace casi treinta años ha sido una extraña mezcla de amiga íntima y madre. Nos sentimos como cuando trabajábamos juntas, recordamos nuestras cenas, reuniones, andanzas. A Héctor, al Arqui Cháirez, a las compañeras del trabajo. Chelis, una de sus hijas, se lanzó desde Cuernavaca de madrugada para pasar el tiempo con nosotras, porque hacía añales que no nos veíamos. Por supuesto, todas estamos igualitas, sólo los niños están irreconocibles. Mi ahijada Zuly hermosa y cariñosa,sorprendente con su corta edad y su cúmulo de experiencia y madurez. Vero, otra de mis hermanas, sigue triunfando sobre la silla de ruedas, que no ha vuelto a usar desde que su voluntad por