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Mostrando entradas de marzo, 2011

La guerra por TV

Te vi: tan grande como a la montaña, con ojos igual que lunas. Apenas ayer soñabas y ya desde ahora gimes. Antes nunca hubo lluvia que te causara daño, que soplara un incendio y te abrasara. Tú resistes en la guerra: no encuentras a tu madre ni a tu padre y cargas por herencia dolor ilimitado y un cuerpo tan distinto al que tenías que ya no puedes enjugar tus lágrimas. En el momento en que te miro manos ajenas te secan ese llanto que ya no vio tu madre. Solo sin los molinos de tu cuerpo, sin esas flechas de siete años de altura, más grande que esa montaña que dijiste, más valiente,  más hombre tú que todos esos que andan en sus botas. Más cerca tú del cielo en ese infierno, tú, el de los ojos de luna de quien no conozco el nombre: nunca sabrás que aquí, tan lejos, por el brevísimo tiempo  en el que vi tu imagen, me convertí en tu madre dolorosa, abracé tu orfandad con mi plegaria y pronuncié maldiciones a la guerra. Tú que conoces del llanto y el dolor injustos nunca sabrás de la amarg

Alimentando la alegría

Hacer pompas de jabón siempre me alegra...

Sin palabras

S

Liz Taylor y yo

Definitivamente no es el espacio para ponerme a hacer el recuento de la vida y la obra de esta extraordinaria actriz que desafortunadamente para nosotros, abandonó este mundo el día de hoy. Baste decir a manera de homenaje, que he sido gran admiradora de su trabajo y su belleza, ambas cosas singulares. Desde una película que vi con Orson Wells donde ella es un pequeña huérfana -hermosísima, casi rapada- hasta los peliculones como De repente un verano o Quién teme a Virginia Woolf , la señora era una diosa en la interpretación. Su vida privada me resulta apenas conocida excepto por la cantidad de maridos que siempre publicitó la prensa, y lo que se me grabó mucho fue su historia de amor con Richard Burton porque cuando yo era chica siempre aparecían noticias al respecto y eran la comidilla. No hace tanto tiempo que le pregunté a mi madre la historia de los nombres de sus hijos, y me vine a enterar que el mío lo debo a su admiración precisamente por Liz Taylor, de manera que siento una

Renovación

A veces sale de la nada, sin que lo pueda yo explicar. A veces la explicación no es necesaria. Pero me ocurre que, quizá debido a la incipiente primavera, hay una emoción renovada en mi vida, como de comienzo, como de adolescencia, como de vida que quiere ser vivida con intensidad. ¿Cuál es la magia que provoca tal cosa? ¿Es necesario saber, averiguar? Sea suficiente con tener ese impulso, esa actitud de desmesura que me sana los huesos, que me reinventa el alma... ¡Ah, la primavera! con aroma de tréboles y flores, con perfumes de océano, con alas de gaviota y sangre nueva.

Corazón estrujado

Acabo de hablar por teléfono con una amiga de Oaxaca que por razones de falta de justicia se encuentra en la ciudad de México tratando de probar la inocencia de su hermano. Es un caso prácticamente idéntico en cuanto a falta de pruebas y demás, al del famoso documental que está en boga, sólo que ellos no han tenido acceso a los medios. Y más allá de la ya de por sí gran desgracia personal, que en este caso es acaecida en una familia de personas reconocidamente educadas y decentes, preocupadas por su comunidad, trabajadoras e increíblemente honestas, a quienes conozco de hace más de diez años, mi amiga me cuenta la desazón que le provoca, en cada visita a su hermano, ver que las cárceles están llenas de jóvenes. Dice que puede contar con los dedos de las manos a las personas mayores. Las condiciones en ese lugar, todos sabemos -o mejor dicho, imaginamos- son terribles. Su hermano, médico, dice que con frecuencia los internos se acercan a él porque tienen problemas en las piernas. Clar

Otro paseo por el valle

Bueno, el dia era delicioso y se prestaba para salir y llevar a los perros a estirar toooodas sus patas... fueron felices y disfrutaron muchísimo. La comida fue verdaderamente deliciosa, vi árboles cargaditos de aceituna negra y de naranjas... ¡que no salieron en la foto, jáááá! Al regreso, un poco de playa. Stuart probó un poco de agua de mar, se intrigó con el baño de las gaviotas y correteó por la arena y las piedras. Nube estuvo más reservada y de regreso durmieron rendidos... Yo como siempre, tuve que pagar la factura de andar caminando entre piedras y arena, pues mi cadera inestable protestó enérgicamente, por lo que llegando a casa, ¡quietecita!

Otro festejo: Día de la Mujer

No recuerdo a partir de qué año comencé a prestar atención a esta fecha, sobre todo porque en los medios y en los correos electrónicos se reciben felicitaciones y notas al respecto. Pero en lo personal, nunca me he identificado con esa fiesta. Recuerdo, desde niña, celebrar y disfrutar ser mujer en todos los momentos. Admito la inequidad, pero me niego a contribuir a que nos sigan viendo como algo especial o diferente o maltratado. Para mí, como siempre digo, lo maravilloso será cuando este día no exista, cuando nadie note que nos deban festejar por ser mujeres sino que estemos integrados en una sociedad más justa e igualitaria y tengamos tan iguales los derechos, que este jolgorio resulte innecesario... Pero en todo caso, celebro a las mujeres no por este día, sino por toda la vida creando, forjando, puliendo, amando, entregando... ¡siendo!

Detalles y consecuencias de un baile de máscaras

Pues sí, primero fue como volver a los quince años para, al más puro estilo de la Cenicienta, pedir ayuda de mi hija y mi amiga para confeccionar un atuendo. La pequeña casa se volvió un caos lleno de retazos de telas, plumas, escarcha diamantina, ropa que cada una trajo para aportar al disfraz, hilo y agujas, pegamento, tijeras... pero sobre todo esa emoción particular de ir a un baile a estas alturas, porque tengo que admitir que no tengo idea de cuándo pudo haber sido la última vez que fui a uno. Luego de intentar varias ideas, desde las conservadoras hasta las más locas, finalmente dimos con un atuendo por pura chiripa. Resulta que el maestro Merino antes de irse a La Paz me hizo favor de entregarme una prenda de seda cruda que nunca supe por qué tenía pero supuse que era la caracterización de alguna modelo para un cuadro, y había yo olvidado que la tenía guardada. Cuando descubrí esa especie de falda le encontré potencial y convoqué a mis ratoncitas para que me ayudaran a montarl

CARNAVAL

Mañana comienza el carnaval. Aunque soy nacida en el puerto de Veracruz, nunca tuve contacto con las fiestas carnestolendas porque no fue una costumbre en mi familia. Tengo que admitir que es algo que nunca me ha llamado la atención quizá porque no soy de mucho jolgorio. Ahora que vivo en Ensenada, que también es puerto y tiene su carnaval, es la primera vez que estoy un poco más al tanto de la fiesta y quizá hasta me anime el sábado a ir al baile de disfraces. Sé que comienza mañana en el bulevar, con la quema del mal humor, cosa que mucho se debe agradecer porque la risa y la alegría las tenemos a cuentagotas últimamente. Ya veré de darme mi vuelta para entender al fin en qué consiste esta "fiesta de la carne"... y sobre todo, antes de que la osamenta ya no pueda chachalaquear.