Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2016

Querido Sergio

(No es necesario poner tus apellidos, si llegas a ver esto sabrás que es para ti). Ahora mismo   comienzo el relato de una parte de mi historia que desconoces por tanta ausencia. Me da mucha pereza escribirlo porque ha pasado tanto tiempo que estoy en lo que podría decirse la medianía de mi vida. Por eso seguramente todos escriben sus diarios cuando tienen quince años y no están precisados a seleccionar lo que abordarán en su cuaderno.   Comienzo pues, sencillamente, tumbada en la cama y al pie de mi ventana. Es de tarde, como cuando pintábamos. El aire está muy fresco, el pájaro que siempre canta no vino hoy a su árbol y mis perros duermen echados a mis pies. Hace dos meses que no he podido trabajar. De por sí mi labor es esporádica, siempre depende de que alguna instancia cultural o social requiera mis servicios y me solicite diseñar un taller ya sea de pintura o de literatura para niños. Los más comunes son los de desarrollo social, pues van a colonias marginadas y a munici