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Mostrando entradas de noviembre, 2008

Domingo

Desperté a las seis de la mañana con fuerte dolor de cabeza y ya no pude dormir. Ya sabía que Mauricio no iría hoy al hospital pero por dicha Rocío dijo que venía para acompañarme y luego de atiborrarme de pastillas nos fuimos. Ahora lo que estaba cerrado era la Av. Extremadura porque la convirtieron en pista para ciclistas y entonces tuvimos que caminar de Revolución a Río Churubusco para tomar el metrobus. Llegamos a tiempo, me tomé un expresso de máquina (suspiros por el Tomas) para ver si ayudaba contra el dolor de cabeza y subimos con Paolita. Como sabía que tenía yo migraña no me esperaba y menos con Rocío, por lo que se puso contenta. Nos pidió galletas porque el arsenal que tenía ya se acabó. También encargó unos rufles verdes y no sé qué de trikitrakes... Estuvimos platicando sobre nuestros sueños y pesadillas, hicimos bromas, en fin, pasamos una tarde linda. Al regreso tomamos de nuevo el metrobus (nótese foto) y la misma caminadera de regreso pero además con hambre. Todo ce

Otro sábado

Salimos más tarde porque decidimos irnos en el coche de Roberto. Error: había un tráfico tremendo con todo y que nos fuimos por el segundo piso del periférico, como se muestra en la foto. Más adelante encontramos dos accidentes y al final llegamos cuarenta minutos tarde. ¡Bah! Lo bueno que la encontramos tranquila y con más que buen ánimo para engullir la torta de milanesa que le llevé. Hecha en casa, naturalmente. Ahora está más resignada a pasar toda la semana próxima en el hospital, y de ahí veremos lo que dicen los médicos. Al parecer el lunes inicia el tratamiento completo, y por media semana quizá le hagan otro Dopler. A la salida y en vista del trafical que había resolvimos meternos al centro comercial de Perisur. La navidad lo tenía invadido, como también muestra la foto. Yo me sentía de lo más ranchera, hacía mucho que no veía tales cantidades de gente y temía perderme, andaba yo detrás de Mauricio todo el tiempo porque tantas luces y tiendas y gentes me marearon. Pasa la fact

Otro viernes

Hoy llevé de contrabando a Pablita un par de bollitos de plátano rellenos de queso que hicieron de comer en casa de Coquito, y las pequeñas gorditas que compré ayer afuera de la iglesia de Azcapo. Para cerciorarnos de que no hacíamos mal, a la hora del reporte médico preguntamos al doctor si Paola debe tener una diete especial, y dijo que no, con lo que respiramos aliviadas pues como quiera, la comida del hospital no es lo máximo. La encontramos más serena, más hecha a la idea de que tendrá que pasar al menos una semana más encerrada en el hospital. Ni siquiera puede bajar a la cafetería porque tiene conectado el suero, ni modo. En algún momento de la visita llegó un señor diciendo que alguien abajo buscaba a los de la cama 372. Se nos hizo muy raro y Mauricio bajó de inmediato. Era Héctor que estba esperando para entrar pero nosotros teníamos el pase y además sólo permiten la visita de dos personas a la vez. En la foto, Paola y Héctor. Es impresionante que Héctor haga el viaje en metr

Esperanzas

Por la mañana, como siempre, las llamadas: Norma Sáenz, mi hermana Rocío, mi prima Adriana y mi tía Tere para saber de Pablita. Hoy desperté hasta las nueve de la mañana. Por la noche no podía dormir y a las dos de la mañana me levanté a tomar unas pastillas. A la hora acostumbrada salimos de la casa rumbo a la de Coquito que como siempre, nos ofreció la comida. Después tomamos el microbús para llegar al metrobus y todo normal. Encontramos que Paola estaba estrenando la pijama que le regaló mi hermana Sandra y estaba de mejor talante que ayer. Este mismo día termina el libro de Saramago y le llevamos "La reina del sur", de Pérez Reverte. Un amigo de Mauricio nos prestó el aparato para ver tele y dvd's y Mauricio se lo dejó instalado a Pablita. El médico nos dio el reporte prácticamente igual, pero ahora dijo que ellos están casi ya seguros de cuál tratamiento seguirán para curar a Paola, sólo falta el resultado del INDRE. Eso nos hizo sentir mejor que cuando nos decían qu

Desesperada

Este fue otro de esos días pesados en los que Paola lo único que quiere saber es que la van a dar de alta... Qué más quisiéramos todos, ¿no es cierto? Sin embargo los médicos han pedido que tengamos paciencia porque al parecer va para largo dado que los resultados de los cultivos son tardados. Teníamos muchas expectativas sobre los resultados que nos mandó hoy por fax su papá de Paola pero finalmente eso no le dijo a los médicos ninguna cosa nueva y seguimos igual. Anoche le dolió la cabeza pero pensamos que es por tensión. Por otro lado, aún falta conseguir dos donadores de sangre que nos han pedido. La dificultad es que se tienen que presentar con previa cita, sólo de lunes a viernes y sólo a las ocho de la mañana. En una ciudad como ésta parece un requisito descabellado con el que sin embargo, no sé cómo, tendremos que cumplir. Por desgracia yo no soy aceptada como donadora, su hermano creo que sí y eso nos pone con sólo el cincuenta por ciento del problema por resolver... Para evit

Y apenas es martes...

Lo digo porque regresamos cansados del hospital a pesar de que hoy no pasamos a casa de Coquito para informarle del reporte médico. Del hospital salimos a las cinco de la tarde y nos fuimos directo hasta la casa pero llegamos a las seis y media. Los pies me latían como corazones y las botas me apretujaban los pies. Además teníamos hambre. Hoy nos tocó ir a la Av. San Fernando, en Tlalpan, para pedir la certificación de que Paola no está afiliada al ISSSTE. Con todo y eso llegamos puntuales al instituto y ahora el reporte médico nos lo dio una doctora que ha estado todo el tiempo con el grupo de los médicos que atienden a Paola. Cuando andábamos en lo del certificado del ISSSTE llamó Nacho por teléfono para avisar que en el cultivo que mandó a hacer Tere su esposa en el INER, está creciendo una micobacteria atípica y que sospechan nocardia. (?!) Fue justamente lo que le dijimos a la doctora. Ya por la mañana Pablita me había mensajeado por el celular que los médicos todavía no descartab

Otra visita, otro día...

Salimos antes de la hora acostumbrada Mauricio y yo para comprar en el mercado de Azcapotzalco una costura para Paola, ya que las largas horas solita en el hospital comienzan, como ella dice, a ponerla neurótica. Yo compré un poco de estambre para ver si puedo tejerle unas zapatillas para dormir ahora que hace más frío, y le compré también la lima para uñas que encargó. Comimos como siempre a la carrera en casa de Coquito y nos fuimos en el micro a tomar el metrobús. Paola me puso un mensaje de que estaba esperándome Norma, la hermana de Edgar. Igualitos. Subió y estuvo con Paola por una hora conversando. Al salir me ofreció muy cálidamente su apoyo incondicional para lo que fuera. El médico dijo que el reporte no difería del del viernes pasado, así que seguimos esperando que la inflamación baje para que puedan darle la dosis completa de medicamento que requiere. Ahora sí de plano no era alucinación: Paola tiene las mejillas sonrosadas. Dice que come mucho, que le ponen mucha comida y

Domingo sin sonda

Como a las siete recibí mensajito de Paola diciendo que le habían quitado la sonda, y esperaba un gran desayuno porque dos días y cacho con papilla la tenían muerta de hambre. En seguida recibií mensaje diciendo: "Verde. Papilla". Me dijo que de contrabando le llevara unas barritas marinela de piña y se las prometí. Mi amiga Marielena Cerecero me llamó al ratito y dijo que venía por mí para llevarme al hospital. Ya me había hablado mi hermana Rocío también de que me acompañaría, así que nos encontramos en la casa y conversamos para que las pusiera yo al corriente de los últimos días. Marielena conoce la ciudad como la palma de su mano. Siempre digo que es una cafra, es mi heroína del volante, pero cuando lo menciono la gente cree que es en mala onda, cuando lo que hago es reconocer su maestría para conducir en esta ciudad y llegar a tiempo a todos lados. Me dijo por dónde se iría y le comenté que están en obras pero a la mera hora le dije "tú eres la chófira, tú decides&

Día sábado

Yo no lo sabía, me enteré al llegar al tercer piso: los fines de semana no hay reporte médico. De hecho prácticamente no hay movimiento, hasta son menos las visitas que en los días de entresemana. Hoy llegó mi hermana Sandra por la mañana para ir con nosotros al hospital, y estuvo con Paolita conversando. Me sentí aliviada cuando dijo que el semblante de Paola está mejor. Yo pensaba que eran mis nervios o mi deseo de verla bien pero hasta le miraba las mejillas sonrosadas, aunque según dice Mauricio, en el caso de la palidez crónica de Paola -desde niña- eso es mucho decir. En Ensenada mis perros están bien gracias a Iris que no solamente va diario a darles de comer sino que juega con ellos en el patio un rato.Y como por las noches es Edgar quien los visita, no puede pedirse más. Al menos se sentirán menos peor que estando solos y encerrados todo el día. Por dicha Alex sale mañana de regreso para allá. Hoy nos fuimos en el coche del tío Roberto al hospital, y fue menos cansado para mí,

Actualización

El día de ayer fue bastante movido. Primero porque ¡taraaaá! Ya se pudo poner la sonda nasogástrica a Paolita y obtuvieron la primera muestra. Luego vino esa especie de rueda de la fortuna en viajes: de la casa al hospital, de ahí al INDRE, de ahí a la casa por documentos, de ahí a recoger una tomografía que envió el papá de Paola, de ahí a recoger unos resultados al INER y de ahí a la visita con mi hija. Como haber ido a Querétaro en metro, autobús, metrobuses y taxi. Al término de la visita Maga, la enorme y querida amiga, estuvo para llevarme un rebozo que yo quería prestado porque no traje para el frío, y me dio también un ejemplar de la antología de las Mujeres Poetas de este año. Su presencia y su abrazo, ya sabemos lo que significa. Los resultados del INDRE, que se dedica a encontrar enfermedades raras por zona geográfica, estarán en una o dos semanas. El cultivo general que mandó a hacer Tere en el INER creo que toma dos meses. Pero ayer el reporte médico indica que aunque Paol

Dificultades

Ayer fue un día especialmente difícil para Paola y para nosotros. No fue posible que le pusieran la sonda por la nariz porque se lastimó mucho y sangró, con lo que no permitió que lo intentaran más de dos veces. Por la tarde, a la hora de visita, el médico encargado del caso nos pidió que habláramos con ella para convencerla. Está harta de ser el conejillo de indias que cree que es desde que enfermó. Desde el 31 de octubre le han estado haciendo miles de estudios de los que ella no tenía idea. Su estrés ayer estalló y tuvo una pequeña crisis nerviosa cuando le pedimos que se dejara, porque dijo que no lo permitiría y que no le importaba morir si no le ponían la sonda. Terminó la visita y ella no cambió de parecer a pesar del esfuerzo de su hermano para convencerla y a pesar de las miles de razones que le di para que accediera. Héctor llegó a visitarla y también le estuvo platicando su experiencia al respecto, tratando de que viera que podía no ser tan traumático el evento, pero termin

Un día más

Cuando llegamos a la estación del metrobús que nos llevaría a las cercanías del hospital, no sabíamos cómo hacer para comprar la tarjeta que permite el acceso para el viaje. Perdimos dos tarjetas y cincuenta pesos intentando a toda prisa hacer lo que indicaban los letreros, pero nos equivocamos y tuvimos que comenzar de nuevo. El metrobús tardó mucho en llegar y venía como lata de sardinas. Teníamos el tiempo encima, así que como cualquier defeña experimentada y con la consigna de "entro porque entro", me aventé repartiendo pisotones y codazos a diestra y siniestra ante el asombro de mi hijo. De eso modo pudimos recorrer las doce estaciones que nos separaban de la parada del hospital. De ahí corrimos las dos cuadras para llegar pero no alcancé a los doctores que dan el reporte médico y será hasta mañana que sepamos alguna cosa. Cuando subimos a piso estaban por llevar a Paola a otra tomografía, pero como no le habían puesto ayuno no se pudo porque tenia que ser contrastada y

Primera mañana en Neuro

Pablita pudo ponerme un mensaje del teléfono silencioso que le dió su papá y que le dejamos a escondidas. Dijo que la cena estuvo deliciosa -tenía todo el día en ayuno- porque le dieron ¡al fin! una concha de chocolate, un bolillo, atún con papas y no sé cuánta cosa más, que engulló completamente. No pasó frío porque más tarde le llevaron una cobija. Muy temprano se presentó un medico con su palomilla de estudiantes y luego le preguntaron que si no iría su familiar para ayudarla a bañar. Yo furiosa porque no me dijeron eso ayer cuando la dejé, sólo que la visita era de 3 a 5. El desayuno también fue rico pero las horas se le hacen bastante largas. El cuarto es pequeño con ventanas al fondo, está en el tercer piso. Tiene a una niña en la cama de al lado, con un cuadro bastante penoso no sabemos de qué, pero el aspecto de la chica es terrible, aparentemente la afecta algún tipo de parálisis que la tiene con una mueca permanente en el rostro, con la boca abierta. Hoy debo llevarle pijamas

Las oraciones

VUELVO a dar el crédito a mi tesoro: la amistad. Esa que ha llevado a mis amigas, en el Encuentro de Oaxaca, a ir a la catedral a encender velas y oraciones por mi hija y por mí. Esa que provoca que me manden por correo sus palabras de ánimo y cariño y hace que llore con dulzura y agradecimiento. Esas amistades pulidas finamente con el tiempo que me hacen sentir acompañada cuando las largas esperas en el hospital. En Ensenada, en Oaxaca, en México, en Chile o Chiapas y en donde quiera que se encuentren todos esos corazones, reciban mi profundo agradecimiento y cariño. La fuerza del cariño que me mandan me hace seguir aquí de pie, en espera de que mi hija, ahora en el Instituto de Neurología, se recupere. Gracias con todo mi corazón, sirva este espacio para reconocerlas ya que no dispongo del tiempo por ahora para escribirle a cada una. Sigamos con nuestros corzones en oración.

El terror y la furia

Paola vestía de negro un vestido de otra época con un sombrerito a juego. Iba hacia algún lado y montó el caballo en el que se trasladaría. Al iniciar el trote todo era normal, yo estaba parada despidiéndola pero de pronto el animal comenzó a correr sin que ella pudiera detenerlo. El animal parecía haber enloquecido, corría en circuito por entre la maleza y el camino de tierra. Yo gritaba tratando de azuzarlo para detenerlo cuando pasaba frente a mí con las fauces espumosas, todo sudoroso. Otra mujer cruzó en algún momento cabalgando pero no hizo nada y siguió su camino. Paola seguía tratando de mantenerse en el lomo del caballo y luego se paró en los estribos para jalar las riendas y parar al animal pero éste se tornó más furioso, relinchó y corrió más fuerte provocando que Pabla se fuera para atrás bruscamente, soltando la rienda. Al parecer el jalón la dejó atontada porque yo solamente veía cómo se sacudía su cuerpo inerte conforme el animal seguía corriendo. Pensé que mi hija se r

Ojos de nubladas lunas

Sola, como cuando parí a mihija, veo cómo la consumen la fiebre y los dolores. Veo nubladas las lunas de sus ojos lluviosos siento su fina piel débil y ardiendo, percibo su osamenta tenue. Un terror me retuerce las tripas, el mas grande de los miedos me atormenta. Sola, sin compartir la pena que no puede partirse, como si fuera una condena que me convierte en atlas con el dolor acuestas. Tiene los rizos crispados y las grandes pestañas como cortinas cerradas, pequeña y descolorida en esa cama inmensa cansada del tormento de espinas en la cabeza, con los escalofríos de fiebre, con sus equivocados temores a perder la casa o e empleo como si no fuera su vida lo que tiene en riesgo. Como una niña que pregunta con los ojos, con pasos lentos, vacilantes, pálida. Así vive sus días mi princesa bella aún como ninguna, sin protestar por la comida o el medicamento. Ignoro lo que piensa sobre la gravedad en la que estuvo. Ella no se dio cuenta, no vio pasar su vida en fracciones de segundo ni tuvo

Fotos de la ofrenda

Hasta ahora he podido ver y recuperar algunas fotos de la ofrenda, aquí la dejo para los amigos que no pudieron estar con nosotros el día 2 de noviembre en nuestro altar. Sin la espectacular, valiosa y entregada ayuda de Iris, en la foto, jamás habríamos visto concluido nuestro proyecto. Gracias también a toda la comunidad que, sin conocerme, aceptó mi palabra y participó haciendo las donaciones que nos permitieron ver este altar.A los amigos que siempre han estado, mi abrazo de gratitud y cariño. Ojalá todos estemos en lo dicho para el año que viene, en caso de que estemos por aquí...

Pequeña larga ausencia

Me impresionó abrir mi blog y ver la imagen de la Catrina, y hecha nada menos que por Paola, que en los días del viernes al domingo estuvo debatiendo a la muerte debido a una meningitis que hizo crisis precisamente la mañana del viernes. Gracias a Dios pudo llamarme por su celular para intentar decirme dónde estaba, cosa que no podía hacer por encontrarse afásica, pero luego de treinta eternos minutos pude figurarme el lugar en donde estaba y la fuimos a buscar Alex y yo. Estaba en la carretera rumbo a su trabajo y se detuvo antes de la primera caseta, en una estación de gasolina. No era que hablara incoherencias, sencillamente decía palabras que no significaban nada y las repetía en inglés o español constantemente, y al pedir ayuda la tomaban por ebria o drogada, incluso los despachadores de gasolina se reían. La trasladamos urgentemente al hospital, a donde llamé solicitando un neurólogo, el que fuera o estuviera de guardia esa mañana. Quiso Dios que la recibiera precisamente el mejo