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Día sábado

Yo no lo sabía, me enteré al llegar al tercer piso: los fines de semana no hay reporte médico. De hecho prácticamente no hay movimiento, hasta son menos las visitas que en los días de entresemana.
Hoy llegó mi hermana Sandra por la mañana para ir con nosotros al hospital, y estuvo con Paolita conversando. Me sentí aliviada cuando dijo que el semblante de Paola está mejor. Yo pensaba que eran mis nervios o mi deseo de verla bien pero hasta le miraba las mejillas sonrosadas, aunque según dice Mauricio, en el caso de la palidez crónica de Paola -desde niña- eso es mucho decir.

En Ensenada mis perros están bien gracias a Iris que no solamente va diario a darles de comer sino que juega con ellos en el patio un rato.Y como por las noches es Edgar quien los visita, no puede pedirse más. Al menos se sentirán menos peor que estando solos y encerrados todo el día. Por dicha Alex sale mañana de regreso para allá.

Hoy nos fuimos en el coche del tío Roberto al hospital, y fue menos cansado para mí, que ya no estoy acostumbrada a los trotes urbanos de esta macro ciudad. Mi hermana Sandra llegó a la casa antes de que saliéramos porque llamó para pedir que la esperara para que nos acompañara. Hicimos una hora en lugar de tres, así que naturalmente que nos cansamos menos. claro, hablo sólo del viaje de ida, cada viaje dura una hora en automóvil o tres horas en metro, trole y metrobús.

Bueno, el día de hoy no tuvo mayores sobresaltos, excepto que encontré a Paolita sin la venoclisis porque se la quitaron ya que la aguja había salido de la vena. Pero ella tenía mucho pendiente de no recibir su medicamento contra la inflamación y anduvo persiguiendo a las enfermeras para que la picaran y le pusieran la sonda. El dolor de cabeza ha desaparecido.

La que sigue en igual estado es su vecina de cama, que ingresó desde antes que ella y nunca ha indicado otra cosa que no sea dormir y consumirse al grado que parece un hueso. Tiene 20 años, tuvo una depresión postparto y desde que parió, hace cuatro meses, ha ido de mal en peor. Ayer los médicos le dijeron a su madre que ella no tiene ningún deseo de vivir, por eso todo lo que hacen por ella no ha servido para sacarla de su sopor, pues ni el medicamento que le suministran por la vena especial para mantenerla alerta lo consigue. No cabe duda de que hay de penas a penas...

Esperamos que Paolita termine con la nasogástrica mañana y pueda comer a gusto, pues todavía el día de hoy le dieron papillas para que no tuviera tantos trabajos al comer. Siente que la garganta le va a doler por días, pero sabe que de todos modos ya va a descansar.
Cuando veníamos de regreso recibí un mensaje de Paolita diciendo que está asustada porque su vida ha dado un vuelco y además cree que vivirá con el temor de no saber lo que pueda sucederle en cualquier momento una vez fuera del hospital, por las lesiones que tiene en su cerebro.
Sólo pude contestarle que tenemos que acostumbrarnos pues en realidad siempre vivimos en el filo pero no nos damos cuenta...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me alegro leer esto, el color en sus mejillas es que la vitalidad va llegando poco a poco y con ello la energìa que necesita para seguir adelantes. Lamento tanto leer lo que cuentas de la vecina de cama, Dios, la depresiòn es un animal que se alimenta de su propia carne, es imperativo sacarla pronto de ahì, espero que puedan ayudarle. Un abrazo cariñoso para toda tu familia y amigas, aca es donde se mide la amistad verdad?. Un abrazo.
Anónimo ha dicho que…
ya veo en tus pupilas la nieve de la felicidad aproximandose a tu horizonte de miel, donde gozaras una verde instancia en aquellos pinos donde posaran tus sonrisas...

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...