Desperté a las seis de la mañana con fuerte dolor de cabeza y ya no pude dormir. Ya sabía que Mauricio no iría hoy al hospital pero por dicha Rocío dijo que venía para acompañarme y luego de atiborrarme de pastillas nos fuimos. Ahora lo que estaba cerrado era la Av. Extremadura porque la convirtieron en pista para ciclistas y entonces tuvimos que caminar de Revolución a Río Churubusco para tomar el metrobus. Llegamos a tiempo, me tomé un expresso de máquina (suspiros por el Tomas) para ver si ayudaba contra el dolor de cabeza y subimos con Paolita. Como sabía que tenía yo migraña no me esperaba y menos con Rocío, por lo que se puso contenta. Nos pidió galletas porque el arsenal que tenía ya se acabó. También encargó unos rufles verdes y no sé qué de trikitrakes... Estuvimos platicando sobre nuestros sueños y pesadillas, hicimos bromas, en fin, pasamos una tarde linda. Al regreso tomamos de nuevo el metrobus (nótese foto) y la misma caminadera de regreso pero además con hambre. Todo ce...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias