Sobra aquí hacer el recuento de lo que estamos constantemente escuchando por todos los medios de comunicación y a nuestro alrededor. Ya sabemos que el ingenio humano ha creado ya la cumbia de la influenza, los chistes a raíz del temblor de ayer en el DF y ahora se suman las Poetas del Megáfono con su convocatoria a escribir poemas con el tema.
Lo cierto es que estamos viviendo una situación inédita que nos asusta y tanta -demasiada- información puede alarmarnos más que darnos seguridad. Y claro, para que no falte la cereza el en pastel, en esta ciudad de Ensenada, al agotarse la existencia de cubrebocas en las farmacias, los proveedores subieron al triple los precios, según escuché en las noticias locales esta mañana. Mismas noticias en las que se oye constantemente que en Baja California no hay ningún caso de la enfermedad. Cosa que hoy mismo refuta Guadalupe, que trabaja con un médico que dijo haber atendido el día de ayer a un paciente norteamericano en el hotel en donde se hospeda, y declara que sí tiene esa enfermedad. Supongo que faltaría comunicar a las autoridades que, a sabiendas o no, y supongo que por decreto suyo, niegan que tal enfermedad aqueje a los ciudadanos de Baja California.
Por mi ventana pasan los niños que no deberían haber ido a la escuela, algunos con tapabocas. En los micros no se ve mucha gente así, y no entiendo si agotó las existencias para tenerlas en sus casas "por si acaso".
En internet los rumores van desde que Obama trajo el virus, hasta que fueron los narcos quienes lo esparcieron...
Yo, con mi gripa, me mantengo encerrada y así voy a permanecer -ahora sí- hasta curarme por completo porque lo que tengo ahora es justamente una recaída por no cuidarme bien.
Esperemos que mediante el seguimiento concienzudo de las instrucciones de prevención vayamos mejorando en lo que, eventualmente, encuentran una vacuna o terminan de curar a los afectados.
Mientras tanto: ¡Salud! (literalmente).
Lo cierto es que estamos viviendo una situación inédita que nos asusta y tanta -demasiada- información puede alarmarnos más que darnos seguridad. Y claro, para que no falte la cereza el en pastel, en esta ciudad de Ensenada, al agotarse la existencia de cubrebocas en las farmacias, los proveedores subieron al triple los precios, según escuché en las noticias locales esta mañana. Mismas noticias en las que se oye constantemente que en Baja California no hay ningún caso de la enfermedad. Cosa que hoy mismo refuta Guadalupe, que trabaja con un médico que dijo haber atendido el día de ayer a un paciente norteamericano en el hotel en donde se hospeda, y declara que sí tiene esa enfermedad. Supongo que faltaría comunicar a las autoridades que, a sabiendas o no, y supongo que por decreto suyo, niegan que tal enfermedad aqueje a los ciudadanos de Baja California.
Por mi ventana pasan los niños que no deberían haber ido a la escuela, algunos con tapabocas. En los micros no se ve mucha gente así, y no entiendo si agotó las existencias para tenerlas en sus casas "por si acaso".
En internet los rumores van desde que Obama trajo el virus, hasta que fueron los narcos quienes lo esparcieron...
Yo, con mi gripa, me mantengo encerrada y así voy a permanecer -ahora sí- hasta curarme por completo porque lo que tengo ahora es justamente una recaída por no cuidarme bien.
Esperemos que mediante el seguimiento concienzudo de las instrucciones de prevención vayamos mejorando en lo que, eventualmente, encuentran una vacuna o terminan de curar a los afectados.
Mientras tanto: ¡Salud! (literalmente).
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