Anoche fue la primera función de el 1er Festival Internacional de Danza Contemporánea, en el Cearte. En esta ocasión la Dirección y coreografía es de P.J. Sabbagha, reconocido coreógrafo sudafricano que aborda problemas sociales en su trabajo.
En cuanto a la obra, consistente en la idea de que dos aves se convierten en humanos, me pareció demandante para las ejecutantes, dos bailarinas que además de danzar, incorporaban la actuación y el grito como parte de lo que ahora es la danza contemporánea, que es también teatro. Pero me pareció por momentos repetitivo ya que a pesar de la suavidad de la música de violín de Vivaldi, los gestos consistían mayormente en una especie de estertores del cuerpo, en movimientos cortos, explosivos, y poco de lo que esperamos ver como baile.
Dada Masilo y Lulu Mlangeni Merecieron el nutrido, largo aplauso del público que apreció su disciplina y precisión.
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