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Ojos negros



En esa comunidad se asienta el rancho Real del Castillo, donde como dije antes, elaboran quesos deliciosos. El camino de 32 kms. serpentea lleno de curvas y rodeado de montañas, algunas verdes y otras erosionadas por "el esmeril del aire", llenas de piedras enormes y redondas.
Las fotos aparecen con el color aplastado por el inmenso sol, pues a pesar de que no era mediodía estaba calcinante; yo regresé ardida de la piel a darme con la manguera de agua en mi patio y tomar una cerveza helada. Si en el puerto, que es fresco, la temperatura era de 35 grados, calculemos cuántos había en el valle de Ojos Negros...
En las fotos, una idea del paisaje.

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

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Cuando ronda la muerte

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