En esa comunidad se asienta el rancho Real del Castillo, donde como dije antes, elaboran quesos deliciosos. El camino de 32 kms. serpentea lleno de curvas y rodeado de montañas, algunas verdes y otras erosionadas por "el esmeril del aire", llenas de piedras enormes y redondas.
Las fotos aparecen con el color aplastado por el inmenso sol, pues a pesar de que no era mediodía estaba calcinante; yo regresé ardida de la piel a darme con la manguera de agua en mi patio y tomar una cerveza helada. Si en el puerto, que es fresco, la temperatura era de 35 grados, calculemos cuántos había en el valle de Ojos Negros...
En las fotos, una idea del paisaje.
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