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Una casa vacía

Desde hace días se oye el eco de nuestras voces en la que fuera nuestra casa. Esta noche por todo lado parece zona de desastre: cajas con cualquier cantidad de cosas, libros, mis muñecos, mis cuadros, mi material de día de muertos, un inexplicable árbol de navidad, etcétera.
La otra casa, la que apenas comienzo a llenar de mí, mis cosas, mi presencia y mi esencia, ya va tomando cuerpo. Por las noches crujen sus maderas y esta mañana pude darme cuenta de cuánta luz entra por todo lado, ya que anteriormente como estubo nublado o con lluvia no había podido apreciarlo.
En la entrada ya tengo dos macetas, que es lo que le va dando vida. Y mañana, para comenzar a llenarla de calor humano, vamos a partir la rosca de reyes en mi casa. Ya tengo estufa con gas, gracias a la pericia de Edgar, pero sigo sin el calentador de agua para la regadera.
En fin, poco a poco... por ahora estoy moida, mi columna me está matando que anoche no me dejó dormir.
Pero la buena noticia, es decir, el notición, es que ya tengo empleo a partir del próximo lunes, y será como me gusta, con niños.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡¡¡¡Felicitaciones amiga!!!.... será estupendo, te felicitoooooo. Ya nos irás contando como te va.

Un abrazo muy apretadito.

Patricia

Lo que más te gustó

Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Desesperada

Este fue otro de esos días pesados en los que Paola lo único que quiere saber es que la van a dar de alta... Qué más quisiéramos todos, ¿no es cierto? Sin embargo los médicos han pedido que tengamos paciencia porque al parecer va para largo dado que los resultados de los cultivos son tardados. Teníamos muchas expectativas sobre los resultados que nos mandó hoy por fax su papá de Paola pero finalmente eso no le dijo a los médicos ninguna cosa nueva y seguimos igual. Anoche le dolió la cabeza pero pensamos que es por tensión. Por otro lado, aún falta conseguir dos donadores de sangre que nos han pedido. La dificultad es que se tienen que presentar con previa cita, sólo de lunes a viernes y sólo a las ocho de la mañana. En una ciudad como ésta parece un requisito descabellado con el que sin embargo, no sé cómo, tendremos que cumplir. Por desgracia yo no soy aceptada como donadora, su hermano creo que sí y eso nos pone con sólo el cincuenta por ciento del problema por resolver... Para evit