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Caminando con los ojos cerrados

Para Norma Durand y Fausto Mayoral


Ladeo la cabeza para oír mejor:
un pequeño susurro puede guiarme.
Mis manos extendidas son antenas
en espera de  texturas, arrugas, aristas,
ventanas que den al viento,
balcones que apunten al sol.

Las plantas de mis pies perciben
rugosidades en el piso,
piedras pequeñas como botones
que cierran bolsillos de banquetas,
fracturas que parecen abismos, desniveles...

Mi nariz ávida otea, aspira los aromas
que me guían más allá de las fronteras.
Detrás de mí la luz,
pero también dentro de mí,
en este corazón con ojos
que al final de las oscuridades
siempre encuentra, alumbra y se enamora...

Comentarios

Alex Escalante ha dicho que…
Qué bonito texto, Lisie, ¡gracias por compartir!
sevalau ha dicho que…
Hermosìsima Liz:

Toda tù eres hermosa por lo que todo lo que tu mente e imaginaciòn dicte a tu mano, no podrà ser de otra forma.,
SÒLO HERMOSA

Quiero imaginarme de dònde saliò esta inspiraciòn y te aseguro, que se lo leerè aunque la haga llorar como lo hizo conmigo.
Que tengas una Navidad plena de Salud, alegrìa, paz y tranquilidad con toda tu apreciable familia. Los quiero mucho. Tu tìo Lauro

Lo que más te gustó

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Visita de Poesía errante

Para quienes recuerdan las patoaventuras que tuvo que afrontar mi proyecto cuando inició el año pasado y se perdió en la paquetería que debería llevarlo a Costa Rica, les cuento que ha recomenzado el viaje de Poesía errante . Luego de haber estado en Guadalajara bajo el cuidado de Rosario Orozco (Revista Va de Nuez), llegó a Zacapoaxtla y otra poeta, Gabriela Molina, ha estado a cargo de los preparativos para poner el tendedero poético que tradicionalmente se tiende en las lecturas. Aquí la muestra creativa del cartel de la lectura. Siempre me lamento de no poder asistir a todos esos tendederos, pero desde luego me alegra que estén ventilándose los versos que de tantas partes acuden a la cita a donde el aire los lleva. Espero que más adelante podamos compartir algunas fotografías de las lecturas. Por lo pronto gracias a mis compañeras poetas que me ayudan a que este sueño siga con su errancia por el mundo, que es un modo de ir también nosotras.

Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.