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Diferente paseo

Ayer, por el frío, me quedé en cama a pesar de que avanzaba la mañana. La tarde anterior había tenido una descompensación que me hizo sentir demasiado cansada y al despertar no me sentía con energía.
Pero vino un ángel y con sus argumentos me invitó para salir a dar un paseo ¡en bicicleta!. Para comenzar, no sabía si podría guardar el equilibrio después de que aprendí a andar en bici cuando tenía quince años, y nunca más me trepé en una. Pensé en mi columna pero pudo más el gusanito y nos lanzamos.
Valía la pena el paisaje, sobrio pero hermoso, el olor de las plantas, los colores de la mañana. Y haciendo de tripas corazón, y luego de que se me caracterizó como si fuera muy "pro", intenté el pedaleo.
Como dicen, es algo que nunca olvidas. Luego de algunos titubeos por miedosa, pude recorrer un tramo del camino donde estábamos. Claro que mi columna me pasó factura, al poco rato tenía dolor intenso pero iba preparada con una pastilla.
Ya pasó, ya vi dos cosas: que sí puedo andar en bici todavía, y que no gracias, no puedo volver a hacerlo sin sufrir de la columna... Es un poco agridulce, es cierto, sentir de nuevo esa alegría de niña cuando vas en bicicleta, y hacerme cargo como adulta de que eso no me conviene, y como tantas otras cosas, debo anotar ésta en mi lista de limitaciones.



¡Pero lo bailado nadie me lo quita!

Comentarios

Alex Escalante ha dicho que…
Qué padres fotos!!

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Visita de Poesía errante

Para quienes recuerdan las patoaventuras que tuvo que afrontar mi proyecto cuando inició el año pasado y se perdió en la paquetería que debería llevarlo a Costa Rica, les cuento que ha recomenzado el viaje de Poesía errante . Luego de haber estado en Guadalajara bajo el cuidado de Rosario Orozco (Revista Va de Nuez), llegó a Zacapoaxtla y otra poeta, Gabriela Molina, ha estado a cargo de los preparativos para poner el tendedero poético que tradicionalmente se tiende en las lecturas. Aquí la muestra creativa del cartel de la lectura. Siempre me lamento de no poder asistir a todos esos tendederos, pero desde luego me alegra que estén ventilándose los versos que de tantas partes acuden a la cita a donde el aire los lleva. Espero que más adelante podamos compartir algunas fotografías de las lecturas. Por lo pronto gracias a mis compañeras poetas que me ayudan a que este sueño siga con su errancia por el mundo, que es un modo de ir también nosotras.

Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.