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Una tregua

En la tregua que nos han dado las lluvias, en Ensenada nos hemos apresurado a hacer las cosas que no pudimos, como ir al supermercado o hacer pagos. Porque lavar, por ejemplo, ha sido imposible ya que muchísimas colonias hemos estado sin agua hasta por una semana.
En mi caso, y en el de muchos, usamos el agua envasada para beber y con ella hacemos nuestras abluciones personales, lavamos trastes. Pero sería carísimo usarla para lavar ropa, así que hay que ir de todos modos a la lavandería y pagar por el servicio. Y toso eso sin que medie alguna explicación por parte del gobierno, o al menos yo no me he enterado de qué es exactamente lo que ocurre, pues por la radio escucho solamente las quejas de los ciudadanos, pero ninguna respuesta de las autoridades.
Yo puse en mi patio un tambo para recoger el agua de lluvia y es la que he usado para el sanitario y lavar el patio que quedó lleno de tierra luego de las tormentas. Pero no puede ser usada para otra cosa porque no está limpia.

Otra cosa para la que sirvió la tregua es para que el gobierno abriera un poco de brecha para llegar al sur del municipio, pues todas las colonias ubicadas en esa zona sencillamente quedaron incomunicadas, y dos mil familias están en albergues por haber perdido sus casas. Hemos llevado despensas, cobijas y ropa al centro de acopio, y me informaron que primero entregaron todo por avioneta pero que ya estaban entrando camiones pesados para abrir el camino. Ojalá que las lluvias que esperamos para mañana no sean tan graves para que esas familias puedan remediar su situación lo antes posible.

Y bueno, mientras tanto, me lanzaré al acopio de agua para no quedarme sin gota los siguientes días, aprovechando que comenzó a salir agua de la llave...

Comentarios

Idan Sáenz ha dicho que…
Es horrible estar sin agua, en mis años en Morelia lo padecí en algunas ocasiones, ya sea porque el pozo del fraccionamento estaba bajo de nivel o por cualquier otra situación... también usábamos agua embotellada para las necesidades prioritarias; además recibíamos abasto de una pipa en una o dos oportunidades durante la duración de la contingencia... pero, además de que era insuficiente, era un agua muy sucia que no servía más que para el sanitario.

Aquí en Ciudad de México también me ha tocado padecer la escasez de agua, pero de manera mucho menos dramática, en realidad no he vivido el desabasto sino solo un poco de escasez.

Pero lo que sí es verdaderamente dramático y digno de nuestra mayor atención (o así debería ser) son casos como el que narras que está viviendo la gente del sur de Ensenada o la que viven miles de personas del Estado de México, Puebla y otros estados cercanos al D.F. que tienen que caminar muchos kilómetros para conseguir dos o tres litros de agua... ¡¡cuando la consiguen!! mientras en la Cd. de México existen personas que desperdician el agua como si sobrara en el mundo... lavan la banqueta a cubetazos (con agua limpia, por supuesto) se tardan horas en la regadera, desperdician una cantidad escandalosa de agua para lavar su ropa, pudiendo hacerlo con menos agua y reciclando la que sale del enjuague de la lavadora para usarla en otras cosas como lavar la banqueta, el auto, trapear el piso... y tantos otros usos que se puede dar al agua que no está del todo limpia y no solo el agua del enjuague sino hasta la jabonosa se puede usar... yo he tratado de hacer labor al respecto y las más de las veces lo único que he recibido han sido enojos, malas caras y hasta insultos, pero no me importa voy a seguir insistiendo en el tema cada vez que vea un abuso de esta naturaleza... en fin, no cabe duda que somos una humanidad sin sentido común y que nos creemos inmortales e intocables.

perdona por lo extenso del post... tuve un sentimiento de importencia al leer sobre esas personas de las que escribiste, de las que nada se habla acá, lo dejan como noticia local... que espanto!!

Besos

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