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Fin de semana

El sábado fue de seguir armando cajas, con mi hija, mi yerno y mi mejor amiga le pusimos papel y cartón a muchas cosas. Les pedí que saquearan mi despensa porque no puedo llevarla y parecían chiquillas en día de Reyes. Los únicos aparatos que aún están conectados son el modem y la cafetera. La estufa funciona pero no hay un solo traste, excepto por mi taza de café.
Todavía faltan un espejo y un vidrio de mesa. Mi maleta del viaje no sirve, puse ropa que no combina entre sí y no me sirve para nada, desde luego no tenía mi cabeza bien puesta cuando dejé esas prendas y guardé todo lo demás. Quizá también porque aquí está haciendo fresco y frío y a donde voy hace calor, me confundí. Aunque tengo días confundida: busco cosas donde ya no hay nada, volteo a ver la hora donde ya no hay reloj, busco jabón y todo está vacío y así.
El domingo fue más relajado aunque todavía seguimos empacando. Por la tarde me fui a encontrar con Celia al café para despedirnos, vino de Tijuana. Ahí encontré algunos amigos y nos volvimos a despedir.
Por la noche, ya no hay mucho qué hacer aquí, que no se ir a la cama, no hay música ni tele ni sillón ni nada.
Mientras llegaba a la Calle Primera rumbo al café pensé que estaba viendo las calles de Ensenada por última vez. Es atroz verla tan lastimada, tan herida que parecieran mortales sus lesiones. Fue día de votaciones y se abstuvo el 70%, lo que quizá explique la condición de la ciudad, no es que todo deba hacerlo el gobierno... y al regreso me detuve un poco afuera recordando las tardes con la vista hacia la ciudad y en la lejanía sus montañas. La sequedad ha regresado al cerro que está a un lado y al fondo de mi casa, se desaparecieron los verdes y todo vuelve a ser tierra o ceniza. Un cielo ambiguo despedía la tarde, y como adentro de la casa todo es noche, temprano me fui a la cama.
A las cuatro de la mañana seguía despierta. Caleidoscopio de emociones y pensamientos sazonados con algo de temor y mucho de emoción.
Aquello de parto sin dolor lo tengo suspendido por el momento, ustedes comprenderán.

Comentarios

Maga ha dicho que…
Querida Lizecita, siento que en este cambio habrá más luz que nunca en tu caminar. Habrás terminado la carrera y eso te servirá para labrar un futuro nuevo y sentarte a escribir. Sobre todo a experimentar la felicidad de un renacer

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

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En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...