Compré el libro en la Feria del Libro de Guadalajara en 2015 y al fin pude leer libro, especie de cofre de memorias vívidas y olorosas que comparten asombros, sensaciones, y esa incertidumbre que representan los cambios de los días de la gente, tan distintos a los cambios de las estaciones, entonces predecibles y seguros.
Un remanso de agua corriendo, de luz que no hemos visto porque no ha vuelto a ser igual, de pequeños descubrimientos hacia afuera y hacia adentro con retazos de fragancias sutiles o salvajes y de encuentros que eran sorpresas por más que fueran esperados.
Sí, un remanso en la turbulencia de estos días cargados de una esperanza que necesitamos mantener viva casi con desesperación y un buen momento para recuperar esas partes nuestras escondidas en el fondo, reposando bajo el fino lodo del tiempo.
Un remanso de agua corriendo, de luz que no hemos visto porque no ha vuelto a ser igual, de pequeños descubrimientos hacia afuera y hacia adentro con retazos de fragancias sutiles o salvajes y de encuentros que eran sorpresas por más que fueran esperados.
Sí, un remanso en la turbulencia de estos días cargados de una esperanza que necesitamos mantener viva casi con desesperación y un buen momento para recuperar esas partes nuestras escondidas en el fondo, reposando bajo el fino lodo del tiempo.
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