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Ahora el calor...



Bueno, no sé bien si ya se está instalando la primavera, o son los vientos de SantAna o qué sucede, el caso es que ahora sí que ha hecho calor, tal que a esta hora, más de las seis de la tarde, estamos a 24 grados. Eso nos desconcierta un poco, bien que lo disfrutamos, pero no era esperada una subida de temperatura tan rápido. Y otra cosa que al menos a mí me saca de onda, es el cambio de horario. Por la noche no tengo sueño y en las mañanas me hace falta dormir otro poco. Pobrecitos los niños, deben de sufrir para adaptarse y ni modo, a la escuela y punto.

Este medio día salí con Paola a buscar los libros que servirán de soporte para la obra de las "Mujeres que cuentan!, y de paso compramos un riquísimo ceviche de pescado porque mi hija tiene la manía de comerlo siempre que hace calor. Alex invitó deliciosos cortes de carne en su casa y como me tomé dos copas generosas de vino, Pabla debió conducir al regreso.

Todo parece indicar que el taller de Huajuapan va viento en popa, Julia se a anexado para ser fotógrafa oficial y voluntaria, y esta mañana Iris dijo que también va, sólo que no sé en calidad de qué ni cuándo. Alicia por su parte trabaja arduamente con los profesores de las primarias que participan en nuestro programa, para que los textos de los niños estén listos para cuando yo llegue, a manera de que podamos trabajar sólo la parte plástica.

Por parte de los proyectos culturales que nos apoyaron, e. Yuni me invitó a que lleve a mi Catrina para su película, y recién me pidió que también escriba un monólogo, así que este sábado habrá reunión para ponernos de acuerdo, por lo pronto él ha comenzado a rodar en locaciones fuera de la ciudad.

Como ahora no cuento con tiempo para pintar, me he puesto a colorear unas pruebas del curso de grabado al que fui hace unas semanas... algo es algo! Las fotos son de la laptop, por eso les falta color.

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...