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Ahora el calor...



Bueno, no sé bien si ya se está instalando la primavera, o son los vientos de SantAna o qué sucede, el caso es que ahora sí que ha hecho calor, tal que a esta hora, más de las seis de la tarde, estamos a 24 grados. Eso nos desconcierta un poco, bien que lo disfrutamos, pero no era esperada una subida de temperatura tan rápido. Y otra cosa que al menos a mí me saca de onda, es el cambio de horario. Por la noche no tengo sueño y en las mañanas me hace falta dormir otro poco. Pobrecitos los niños, deben de sufrir para adaptarse y ni modo, a la escuela y punto.

Este medio día salí con Paola a buscar los libros que servirán de soporte para la obra de las "Mujeres que cuentan!, y de paso compramos un riquísimo ceviche de pescado porque mi hija tiene la manía de comerlo siempre que hace calor. Alex invitó deliciosos cortes de carne en su casa y como me tomé dos copas generosas de vino, Pabla debió conducir al regreso.

Todo parece indicar que el taller de Huajuapan va viento en popa, Julia se a anexado para ser fotógrafa oficial y voluntaria, y esta mañana Iris dijo que también va, sólo que no sé en calidad de qué ni cuándo. Alicia por su parte trabaja arduamente con los profesores de las primarias que participan en nuestro programa, para que los textos de los niños estén listos para cuando yo llegue, a manera de que podamos trabajar sólo la parte plástica.

Por parte de los proyectos culturales que nos apoyaron, e. Yuni me invitó a que lleve a mi Catrina para su película, y recién me pidió que también escriba un monólogo, así que este sábado habrá reunión para ponernos de acuerdo, por lo pronto él ha comenzado a rodar en locaciones fuera de la ciudad.

Como ahora no cuento con tiempo para pintar, me he puesto a colorear unas pruebas del curso de grabado al que fui hace unas semanas... algo es algo! Las fotos son de la laptop, por eso les falta color.

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Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

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Estoy fascinada porque un amigo me puso un programita en mi compu que hace que cuando escribo mis importantísimos asuntos, mi teclado suene como máquina de escribir... Es que recuerdo aquellos tiempos en los que las colegiaturas de mis hijos y nuestra manutención dependían de la velocidad y ritmo de ese mágico sonido... En esta foto, la imagen de la primera máquina eléctrica que me tocó usar, cuando llegué a la ciudad de México a trabajar en el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Un tiempo después ésta fue mi favorita, la máquina de esfera, porque le podía cambiar los tipos de letra y hasta el color de la tinta porque había cintas de color sepia. Se me descomponía con frecuencia hasta que el técnico descubrió que yo era demasiado rápida al escribir y se trababa la esfera, já já. Además de trabajar en una institución, ponía anuncios en el periódico para mecanografiar trabajos. Desde luego lo más socorrido eran las tesis, hice muchas pero además me tocó hacer el directorio