Ir al contenido principal

Consecuencias del reiki

Mañana hace una semana que fui a una sesión de reiki con una chica que me recomendó Merino. Nunca había ido a ninguna y de hecho, ignoraba yo en qué consiste.
Llegamos a una casa pequeña muy agradable, con atmósfera de paz, música y vistas aéreas de paisajes irlandeses en una pantalla de televisión.
Pasé primero y se me indicó recostarme en la camilla de masajes. Había una música de tipo orienta, al parecer especial para inducir la relajación. Luego de practicar algunas respiraciones profundas se me pidió cerrar los ojos y así estuve durante 90 minutos, excepto que en algún momento me tuve que voltear boca abajo en la camilla.
Al terminar, la master reiki hizo referencia a mis padecimientos, algunos de los cuales ya tenía yo identificados, y la manera como me estaba "alineando". Dijo que probablemente me sentiría cansada en las próximas horas, o tendría un poco de diarrea o quizá me diera gripa.
Al día siguiente cuando desperté fue como si en la noche hubiera yo tomado pastillas para dormir y siguiera bajos sus efectos. No fui capaz de levantarme ni siquiera para ir a comprar agua, con tanta sed que me dio. A duras penas a las tres de la tarde me pude bañar para dar mi clase de las cuatro, y me fui a la cama temprano por el cansancio.
Otra cosa que noté fue una especie de alergia o reacción en los ojos, que me provocaba lagañas, visión borrosa y comezón en las pestañas, percibiendo cierta resequedad.
Siguieron los días más o menos en ese tenor, hasta el día de ayer, en el que no me sentí al cien por ciento bien pero sí considerablemente mejor.
Mañana es la siguiente de probablemente siete sesiones para quedar completamente bien y pienso seguir con el tratamiento.
Lo que me sorprende mucho es cómo puede la master reiki proyectar la energía, o visualizar la mía, para poderme ayudar. Ni siquiera es un masaje, por lo que resulta completamente subjetivo el asunto, y sin embargo pude palpar las consecuencias, ya que no existe otra razón para justificarlas.
Pero cada vez estoy más convencida de que la mente es una maravilla, y estoy dispuesta a experimentar esta curación, sobre todo porque me hace mucha falta y más en estos tiempos en los que cualqurier médico, por inepto que sea, cobra dinerales y receta medicamentos carísimos sin que siquiera pueda garantizarnos la sanación, ya que no todas las veces le atina a la enfermedad.
Por otro lado:
Las crías de las lechuzas siguen creciendo y dieron sus primeros vuelos.
Comienza el festival de octubre, ayer hubo un video cubano en la explanada de Cearte y la semana pasada un monólogo.
Espero poder aprovechar todo lo que pueda de este festival cultural, viene de nuevo el ballet chino pero creo que está algo caro...
Ah, ya tengo chaca chaca otra vez, ¿ya lo había dicho?

Comentarios

Lo que más te gustó

Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Recordando la vieja máquina de escribir...

Estoy fascinada porque un amigo me puso un programita en mi compu que hace que cuando escribo mis importantísimos asuntos, mi teclado suene como máquina de escribir... Es que recuerdo aquellos tiempos en los que las colegiaturas de mis hijos y nuestra manutención dependían de la velocidad y ritmo de ese mágico sonido... En esta foto, la imagen de la primera máquina eléctrica que me tocó usar, cuando llegué a la ciudad de México a trabajar en el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Un tiempo después ésta fue mi favorita, la máquina de esfera, porque le podía cambiar los tipos de letra y hasta el color de la tinta porque había cintas de color sepia. Se me descomponía con frecuencia hasta que el técnico descubrió que yo era demasiado rápida al escribir y se trababa la esfera, já já. Además de trabajar en una institución, ponía anuncios en el periódico para mecanografiar trabajos. Desde luego lo más socorrido eran las tesis, hice muchas pero además me tocó hacer el directorio