Papalotes por Liz Durand Goytia En Orizaba nos fabricábamos nuestros papalotes que se llamaban así o palomas, según la forma que tuvieran: los cuadrados como de treinta centímetros eran las palomas, y los rectangulares grandes eran los papalotes. El carrizo se cortaba en las orillas del río o se compraba en las tienditas. Se cortaban en varillas, se recortaba el papel de china al tamaño, se ponían los flecos y la cola y a volar. Cuando había guerritas se ponía una navaja en un palito de paleta que se pegaba en la cola de la paloma para derribar a los enemigos pero a mí no me gustaba correr el riesgo de que me tiraran una paloma que construía con grandes trabajos porque no nos era fácil conseguir dinero para los materiales. Cuando se rompía la paloma casi siempre era solamente el papel lo que dejaba de servir y se podía usar el "esqueleto” para pegarle un papel nuevo. Cerca de la privada había un campo ideal para empinar palomas. Me hice una de color blanco y reuní como tres c...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias