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Ashes and snow


Sigo por esta ciudad, tirana encantadora, y no podía regresar a Ensenada sin visitar la tan sonada exposición del fotógrafo Colbert. Más allá de si las fotos están trucadas o no y más allá de la visión engañosa o falsa que algunos dicen que tiene, yo me concentré exlusivamente en las imágenes. La belleza con que se nos presentan es pasmosa y conmovedora, con gran plasticidad. Me quedé con resonancia en la cabeza y durante la noche me levanté a escribir lo que ahora comparto:

En el Ganges
El animal flota en el agua, mueve las patas como si caminara levantando un arpegio de espumas que lo envuelven. Las enormes pezuñas son ingrávidas enel fondo lechoso de las aguas. La costra de su piel se nutre, nada con sus arterias, trompa, orejas. Se desvanece su tosca corpulencia entre la densidad del agua que lo mece.
Una lágrima de pasmo lo guarda en mi memoria, en el arcón de cosas increíbles que un día miré, o que soñe una noche.

Desierto
Acariciar el lomo hirsuto de la estepa
escuchando la carcajada de las hienas
subiendo los peldaños de un elefante viejo
que se tiende en las ruinas de la arena...

Acercarme a un atardecer enrojecido
por tempestades de oro del desierto,
sentir polvo entre los dientes,
plumas de aves en la piel,
los pies entre la costra de las piedras
y en la nariz aire de fuego.

Después, sentirme niña o ángel
con alas despuntando en mis extremos,
semejante a las águilas soberbias
que cazan en el aire sueños.

Comentarios

Patricia Gomez ha dicho que…
mmm que belleza de poema Liz, realmente me encanta. Hay mujeres que tienen tanto que decir, tu eres una de ellas. Un abrazo.
Patricia
uminuscula ha dicho que…
un abrazo desde madrid, liz!

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...