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Por eso, por eso...


Antes de que se me olvide tengo que comentar acerca de lo que estamos viviendo económicamente en el país. Increíblemente, en mi caso y el de muchas personas que conozco, pagamos un dineral por concepto de consumo eléctrico sin que sepamos por qué y sin que sirva para algo la visita de inspectores tras inspectores que vienen, revisan, apuntan, se van... y todo sigue igual, no disminuye el monto del recibo.
Y desde luego que eso no es todo, ya habrán visto los aumentos galopantes y solapados en las tiendas, pero eso sí, nuestro espurio en turno avisó que bajan las tarifas de electricidad para la industria, y nosotros bien gracias...
Sabemos bien las condiciones de pobreza que vivimos en la mayor parte del país, y precisamente lo comento porque me invitó una señora a participar en eso de dar regalos de reyes para los niños de algunas colonias marginadas. Le dije que me apuntara y cuando me dio la cartita de una niña de once años me acordé de mi propia infancia y lo que más tristeza me dio es ver que sigue habiendo niños en esas condiciones.
Me explico: en su cartita la niña solicitó: una falda y blusa escolares, zapatos y calcetas y el suéter del uniforme. Ah, y si se podía, una despensa. Eso era todo. Ninguna golosina, ni un juguete ni nada para su diversión.
Es lo que me enfurece y amarga cuando veo que para alguna gente el desperdicio es cosa natural, o que vive en una burbuja desde la que no se da cuenta cómo vivimos la mayor parte de las personas en este país.
Por eso, por eso sigo concentrándome en soñar el autobús amarillo que va a llegar a esos lugares en donde los niños no conocen las crayolas...y sé que más temprano que tarde, comenzará a rodar.
La ilustración fue hecha por una de mis alumnas de Monterrey...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Querida Liz, me gusta de cuando en cuando entrar en tu vida y leerte. El tiempo compartido en Pais de Nubes no fue mucho por estar en distintos grupos, pero a través de tus letras, te veo con mayor claridad. Un abrazo, Patricia (Chile)

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...

Visita de Poesía errante

Para quienes recuerdan las patoaventuras que tuvo que afrontar mi proyecto cuando inició el año pasado y se perdió en la paquetería que debería llevarlo a Costa Rica, les cuento que ha recomenzado el viaje de Poesía errante . Luego de haber estado en Guadalajara bajo el cuidado de Rosario Orozco (Revista Va de Nuez), llegó a Zacapoaxtla y otra poeta, Gabriela Molina, ha estado a cargo de los preparativos para poner el tendedero poético que tradicionalmente se tiende en las lecturas. Aquí la muestra creativa del cartel de la lectura. Siempre me lamento de no poder asistir a todos esos tendederos, pero desde luego me alegra que estén ventilándose los versos que de tantas partes acuden a la cita a donde el aire los lleva. Espero que más adelante podamos compartir algunas fotografías de las lecturas. Por lo pronto gracias a mis compañeras poetas que me ayudan a que este sueño siga con su errancia por el mundo, que es un modo de ir también nosotras.