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Comenzar a cerrar

Creo que es un tiempo en mi vida en el que se cierran algunos ciclos. Y aunque son culminaciones, de todos modos algunas son ciertamente dolorosas. Una se despide de una cierta manera de ser, de ver la vida, o mejor dicho, de haberla visto; se despide también de ciertas costumbres, ciertas intimidades. Se aproxima con miedo a que sobrevenga el olvido, se llora lo que se tuvo y sin embargo no se añora.
Una se mira templándose en una despedida: de algo, de alguien, de una misma... Rememora el camino hacia atrás, descubre cosas, hace balances... y en algunos casos, toma decisiones...
La vida, siempre venidera, siempre por llegar, siempre promesa, nos cobija, nos depara esperanza a despecho del dolor. Cerrar los ciclos es también cerrar heridas,  descoser las cicatrices y constatar que ya no se abren. para volver a empezar.  Siempre queda al principio el dolor de lo que se deja atrás. Después queda su recuerdo. Y con trabajo o con suerte, finalmente queda lo que debía de quedar.
 La fuerza me acompañe, creo que voy comenzando a cerrar...

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Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

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Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Desesperada

Este fue otro de esos días pesados en los que Paola lo único que quiere saber es que la van a dar de alta... Qué más quisiéramos todos, ¿no es cierto? Sin embargo los médicos han pedido que tengamos paciencia porque al parecer va para largo dado que los resultados de los cultivos son tardados. Teníamos muchas expectativas sobre los resultados que nos mandó hoy por fax su papá de Paola pero finalmente eso no le dijo a los médicos ninguna cosa nueva y seguimos igual. Anoche le dolió la cabeza pero pensamos que es por tensión. Por otro lado, aún falta conseguir dos donadores de sangre que nos han pedido. La dificultad es que se tienen que presentar con previa cita, sólo de lunes a viernes y sólo a las ocho de la mañana. En una ciudad como ésta parece un requisito descabellado con el que sin embargo, no sé cómo, tendremos que cumplir. Por desgracia yo no soy aceptada como donadora, su hermano creo que sí y eso nos pone con sólo el cincuenta por ciento del problema por resolver... Para evit