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Cuando una amiga se va

Bueno, sin que importe qué tan bueno sea para ella, qué tan feliz pueda ser, una no puede evitar sentir esa primera mordida del vacío, del espacio que deja, aunque sea por un tiempo, sin su gesto ni su voz ni sus pasos ni ocurrencias.
Me toca de nuevo quedarme sin la compañía de una amiga. ¡Todas están tan lejos! Claro que tengo sus letras, sus palabras solidarias en cualquier esquina del tropiezo, pero... no vamos a tomar café, ni de compras, ni cocinamos juntas ni jugamos ni cometemos locuras.
Y ahora esta compañera de esas ingenuas correrías, se marcha. A donde la llama el corazón de madre, a donde esparcirá sus alegrías, a donde sembrará nuevos afectos.
Ay amiguita, como te decía, qué buena y qué amarga noticia, tu partida.
Te vas al sur, como querías. Al sur, esa utopía de la que siempre platicamos, donde todo es tan hermoso y bueno y mejor. Al sur, que está tan lejos...

Comentarios

Idan Sáenz ha dicho que…
Así es... cuando un amigo o, en este caso, amiga se va lejos siempre queda la nostalgia de los días compartidos...

Mira, quizá estoy equivocado (no recuerdo el segundo apellido de aquella Liz Durand, pero creo que nuestros caminos -el tuyo y el mío- coincidieron el algún momento de nuestras vidas... no llegamos a tener una amistad duradera (las circunstancias), pero sí creció en mí la admiración por el trabajo de aquella incipiente amiga... hasta hace muy poco todavía conservaba una pequeña acuarela regalada por Liz... lamentablemente en una mudanza se extravió...

Tengo un texto que quizá pueda vincularse de alguna manera a este sentimiento tuyo de pérdida ... solo que no puedo dejar un enlace aquí... se llama "Dar vuelta a la página" y está en mi blog

http://gustavosaenz.blogspot.com/

Anhelo con el corazón que seas aquella Liz - a la que recuerdo con cariño - y si no eres ella, espero que nazca entre nosotros una buena amistad; yo también pinto -soy artista visual- y también me gusta manifestar mi sensibilidad a través de las letras.

Un abrazo y un saludo de
Gustavo Sáenz

p.d. si eres aquella Liz (y dale) seguramente te será fácil recordarme si te digo que soy "el joven becario"

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...