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Y mañana ¡a votar!

Luego de estas muy intensas semanas de estar en las redes sociales al tanto, segundo a segundo, del avance de las campañas políticas con dimes y diretes, siento que vamos madurando como sociedad, que aprendemos a seguir respetando y tolerando a quienes no piensan igual, y que nos hermanamos con aquellos que sienten como nosotros aunque no los conozcamos.
Todos en este país, sea cual sea nuestra preferencia electoral, tenemos la esperanza de ver que sale a flote, estamos ávidos de recuperar el orgullo nacionalista ahora tan criticado y llamado "patriotero". Estos días nos han servido para ver cuánto nos parecemos tanto en nuestros penares como en nuestras esperanzas. Los que están muy bien en este país son verdaderamente pocos. Los demás somos tantos que tendremos que poder cambiar el rumbo.

Mañana, finalmente, a temprana hora, millones de corazones rebosantes compartirán la alegría de emitir su voto, su voz, para determinar este destino que se han empeñado en enturbiar. Mañana nace otro México, y dará sus primeros pasos una nueva sociedad.

Al rato, la Marcha de los Ojos, silenciosa, rumbo a las instalaciones del Instituto Federal Electoral en cada zona del país, para mostrar que estamos atentos, que los del fraude "no pasarán".

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Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

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Recordando la vieja máquina de escribir...

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