En cama, ciertamente con algunas molestias por la terapia de mi columna pero escuchando a Charlie Parker presidiendo la noche, pienso en todos estos pequeños momentos maravillosos aunque sencillos que tiene la vida, y no puedo evitar pensar en que, lastimosamente, no para todos es igual.
Tengo un amigo lastimado por el infortunio en este momento. Sé que pesa en su corazón una gran oscuridad, que quizá crea que no hay esperanza, que a lo mejor se siente solo, que a lo peor, tiene miedo.
Que no hay música ni silencio ni sol ni mar ni poesía que valgan, porque siente que "el abismo de las fauces" lo ha hecho presa.
No lo sé, pero no quiero aceptarlo ni creerlo. Quiero pensar que estas nubes negras están pasando sobre su cielo porque puede despejarlas, porque tiene con qué. Y quiero creer que todas las personas que lo queremos tendremos el poder de ayudarlo a salir de esto.
Tengo un amigo lastimado por el infortunio en este momento. Sé que pesa en su corazón una gran oscuridad, que quizá crea que no hay esperanza, que a lo mejor se siente solo, que a lo peor, tiene miedo.
Que no hay música ni silencio ni sol ni mar ni poesía que valgan, porque siente que "el abismo de las fauces" lo ha hecho presa.
No lo sé, pero no quiero aceptarlo ni creerlo. Quiero pensar que estas nubes negras están pasando sobre su cielo porque puede despejarlas, porque tiene con qué. Y quiero creer que todas las personas que lo queremos tendremos el poder de ayudarlo a salir de esto.
Comentarios