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Pero estoy de pie

Sí: ni la gripa, ni los noticieros, ni las ausencias de los amigos, ni los golpes bajos en la política local, nada me ha dejado tirada.
Siempre he dicho que soy optimista, y sé encontrar todas las demás cosas que alimentan esperanzas. El hallazgo de un amigo de la juventud, saber de su vida, escuchar su voz, saberlo bendecido; la voz de mis hermanas y hermanos que viven lejos, la alegría a contraviento de mi hija, la fiel compañía y el cuidado de mis amigas presentes o ausentes, el cariño de mis primas, las palabras de mi tío Lalo, las llamadas de Mauricio, las atenciones de Edgar, la comprensión de mi casera, las hojitas recién salidas en el limonero que creía perdido, mi patio con menos matas, la Nube recién  bañada por su tía Iris, la visita de Alex, la solidaridad de Delia y los ángeles que me manda, las visitas de Pat Gómez desde Chile donde ahora anda Yadira, los poemas de Oscar Wong, la neblina de esta tarde...
Y estar aquí en cama desde el martes, batallando con los bichos de la gripa pero en paz, escuchando ya los inicios de estos días navideños empalagositos, tibios, llenos de ponche y cariñitos.
Tengo muchas más razones para estar en pie. El dolor que tanto se asoma por estas letras, siempre puede ser avasallado por mi convicción de no claudicar, defender mi sueño y mi alegría. A pesar de los pesares.

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

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