Impresionante, despertar con una hilera de noticias que una ya no sabe cómo tomar, aunque ciertamente con azoro -aún- y tristeza.
Por principio de cuentas, el asesinato de la señora Maricela Escobedo, quien ya sabemos estaba exigiendo a la (in)justicia de Chihuahua apresar al asesino de su hija, mientras recibía amenazas de muerte para ella y su familia, que también pasaron por alto las autoridades, hasta que pasó lo que pasó a las mismas puertas del Palacio de Gobierno y que nos ha dejado a las mujeres estupefactas, frustradas, doloridas e incluso rabiosas.
Luego, la explosión de Pemex en San Martín Texmelucan, debido al robo en los ductos. Una periodista de Contralínea ha hecho una investigación que según dijo al noticiero de Carmen Aristegui esta mañana, pone de manifiesto el increíble robo de instalaciones, entre ellas un helipuerto entero en Tabasco, a pesar de la custodia de la Armada de México y de que los aparatos y cosas robadas estaban siendo apenas instaladas y sólo pueden manipularse por personal especializado. Significa que quienes saquean están dentro de la plataforma del estado, lo que nos hace preguntarnos en dónde quedamos nosotros, los ciudadanos de a pie, en esta inmensa, tremenda podredumbre de corrupción.
Tampoco puede dejarse de comentar la liberación de Diego Fernández de Cevallos, cuyo secuestro de siete meses ha terminado también esta mañana y cuyos "Misteriosos Desaparecedores" han decidido dejar libre, como siempre, con la mayor impunidad.
¿Y nosotros, la sociedad? Aquí como siempre, con nuestro síndrome de la avestruz...
Por principio de cuentas, el asesinato de la señora Maricela Escobedo, quien ya sabemos estaba exigiendo a la (in)justicia de Chihuahua apresar al asesino de su hija, mientras recibía amenazas de muerte para ella y su familia, que también pasaron por alto las autoridades, hasta que pasó lo que pasó a las mismas puertas del Palacio de Gobierno y que nos ha dejado a las mujeres estupefactas, frustradas, doloridas e incluso rabiosas.
Luego, la explosión de Pemex en San Martín Texmelucan, debido al robo en los ductos. Una periodista de Contralínea ha hecho una investigación que según dijo al noticiero de Carmen Aristegui esta mañana, pone de manifiesto el increíble robo de instalaciones, entre ellas un helipuerto entero en Tabasco, a pesar de la custodia de la Armada de México y de que los aparatos y cosas robadas estaban siendo apenas instaladas y sólo pueden manipularse por personal especializado. Significa que quienes saquean están dentro de la plataforma del estado, lo que nos hace preguntarnos en dónde quedamos nosotros, los ciudadanos de a pie, en esta inmensa, tremenda podredumbre de corrupción.
Tampoco puede dejarse de comentar la liberación de Diego Fernández de Cevallos, cuyo secuestro de siete meses ha terminado también esta mañana y cuyos "Misteriosos Desaparecedores" han decidido dejar libre, como siempre, con la mayor impunidad.
¿Y nosotros, la sociedad? Aquí como siempre, con nuestro síndrome de la avestruz...
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