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Día de las Madres

Me despertó el teléfono de mi segundo sueño, porque había despertado temprano pero todavía tenía sueño y me volví a dormir. Era Paola, para felicitarme. Casi en seguida llamó mi tía Olga y mientras hablaba con ella sonó el celular y así se siguió la mañana. Es lo que me gusta de este día, todo lo demás me re patea: los abusos en los precios de los restaurantes, las flores, los regalos, las filas largas, los mariachis, las pachangas a todo volumen. Todo eso es lo que echa a perder este día que sirve para que reconozcamos el valor del trabajo de las madres.
Tuve una tarde tranquila y deliciosa, y por la noche salí a comprar un aparatito para la compu porque el que tenía se descompuso. La sorpresa fue el frío que hacía, luego vi que estábamos a 13 grados, deliciosos comparados con el calor que al parecer azota al resto del país.
Así que ha sido otro día bueno para mi colección!
Felicidades, Madres!

Comentarios

Pat ha dicho que…
Mi querida amiga, parece que fue hace tanto cuando Paola estaba mal, y ahora..., te das cuenta como corre el tiempo y nos lleva como una hoja montada en su lomo. Los eventos cambian, y nosotros, interiormente seguimos intáctos.
Un abrazo cariñoso para ti.

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Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

Recordando la vieja máquina de escribir...

Estoy fascinada porque un amigo me puso un programita en mi compu que hace que cuando escribo mis importantísimos asuntos, mi teclado suene como máquina de escribir... Es que recuerdo aquellos tiempos en los que las colegiaturas de mis hijos y nuestra manutención dependían de la velocidad y ritmo de ese mágico sonido... En esta foto, la imagen de la primera máquina eléctrica que me tocó usar, cuando llegué a la ciudad de México a trabajar en el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Un tiempo después ésta fue mi favorita, la máquina de esfera, porque le podía cambiar los tipos de letra y hasta el color de la tinta porque había cintas de color sepia. Se me descomponía con frecuencia hasta que el técnico descubrió que yo era demasiado rápida al escribir y se trababa la esfera, já já. Además de trabajar en una institución, ponía anuncios en el periódico para mecanografiar trabajos. Desde luego lo más socorrido eran las tesis, hice muchas pero además me tocó hacer el directorio