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A medio camino

Aquí de nuevo, luego de estos días intensos en Huahuapan, donde el calor de al menos 38 grados me tenía extenuada...
La primera semana creo que fue la más tranquila, con cinco escuelas y la clausura en el Museo Regional y la asitencia de los niños, padres, maestros e invitados. Todo salió de la mejor manera posible y no nos quejamos del resultado, y más porque esta vez Culturas Populares nos proporcionó ayuda para comprar el material y convocó a rueda de prensa además de habernos citado en la radio para invitar a la clausura.
La siguiente semana, con varios contratiempos, pude dar el taller para profesores en la Escuela 18 de marzo. El siguiente día visité la preparatoria de Tezoatlán, a media hora de Huajuapan, para un taller de poesía que no estaba previsto. Los cuarenta estudiantes y yo nos divertimos por un rato y logramos algunos textos.
La mañana del día siguiente fue maratónica: taller para una escuela entera, con 260 alumnos. Nos dividimos los grupos en horarios y pude terminar hasta el sexto prácticamente insolada porque estuvimos en un salón al aire libre, aunque con techo, pero el calor fue tremendo, el sol cegaba y abrasaba. Terminé con un largo rato en la regadera de agua fría y me quedé dormida antes de comer para prepararme al siguiente taller que era para algunos reos de la penitenciaría del lugar, donde también pasamos un rato divertido los internos y yo, trabajando textos, dichos y dibujos.
La hospitalidad de la gente de Huajuapan -y Oaxaca en general- es extraordinaria, como buenos mexicanos. Comí deliciosamente en todas las escuelas, y mi estancia en casa de mi amiga hormiguita Alicia Olivera y familia fue verdaderamente gratificante pues trabajamos como equipo y convivimos como familia.
Visité a mis anfitriones de Tezoatlán, que se organizaron con otros conocidos para una lunada en la milpa, donde comimos deliciosos elotes tiernos asados y contamos historias de terror hasta las dos de la mañana. Al día siguiente fue el cumpleaños de Manuel mi anfitrión y comimos en casa de su mamá, que preparó la comida y compartimos la visita de sus hermanos.
Me regresaron a casa de Alicia cargada de chocolate, pitahayas, morrales tejidos en telar, coyoles y todo su cariño. Su pequeña Laura y yo hicimos varias actividades divertidas y conversamos mucho. Cuando regresé a dar el taller a la prepa todavía me empacaron mameyes y unos pequeños y hermosísimos tapices de telar.
La visita fue provechosa, nuestro tercer módulo del taller de patrimonio cultural también resultó exitoso y vemos que poco a poco va teniendo más consistencia nuestro proyecto, por lo que esperamos mejorar paulatinamente.
No niego que estoy cansada e insolada pero también me divertí, disfruté de los impresionantes paisajes montañosos, de la deliciosa comida y de la generosidad y compañía de mis amigos de Huajuapan, al igual que de la alegría y los pequeños y divertidos obsequios de los niños.
Salí a media noche para el DF, a donde llegué a las siete de la mañana todavía a tiempo para desayunar con mi hijo, mañana me visitan mis hermanas con sus hijos y el domingo, finalmente, remato con el regreso a Tijuana y a Ensenada.
Desde aquí mi profundo agradecimiento a las personas que me apoyaron, no solamente en Huajuapan, para que pudiera realizar mi viaje, y un abrazo para todos. Las fotos, en cuanto llegue a casa.
Ah, para mis amigas poetas que estuvieron por Huajuapan, muchos saludos de Tezoatlán y las Oliveras.
Iris: todos fascinados con tu Chilica, aunque dicen que les pica. Alicia mandó una cosilla para tí y para María Angoa...Abrazos

Comentarios

Irina Hernandez Armendariz ha dicho que…
Liz querida, hasta hoy pude ingresar a tu blog y me ha impresionado todo lo que cuentas, las fotos son ventanas a un mundo lleno de gente solidaria, paisajes hermosos y las actividades que has tenido llenas de creatividad, caray como me hubiese gustado estar por alla contigo, sabes que admiro mucho lo que haces. gracias a Alicia por esa cosilla magica que mando para mi, ya que nunca esta vacia. y para ti tambien gracias por mi tan anhelado obsequio. nos vemos por aqui. va un abrazo grande.

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...