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Memoria gráfica de los talleres


















En general, las vistas son de los niños, ya sea en el sitio La Matanza, donde los señores mayores nos dieron un recorrido indicando lo que se hacía en cada lugar durante la matanza de chivos, o en las escuelas, a donde también personas mayores llegaron para compartir sus memorias con los niños. El tema de la migración se trabajó casi en todas las escuelas, además de las memorias con las cuales buscamos nuestras raíces.
Otras fotos corresponden a la belleza del paisaje, aunque veo que las fotos no hicieron mucha justicia al impresionante espectáculo de contemplar al Nudo mixteco, ese conjunto de montañas imponentes que hace tan difícil la orografía de Oaxaca, el quinto estado más grande de nuestro país.
Otras de las fotos corresponden a algunos de los trabajos que hicieron los niños, otras de un taller de profesores y finalmente, en donde aparecen adultos trabajando en el taller, es el que hicimos de poesía en la cárcel, y evito decir en dónde por aquello de que entré con la cámara de contrabando... Y también habrá alguna foto en donde estamos en nuestra junta de evaluación, en un café.
Todo fue una gran experiencia, trabajo intenso y mucha energía, además de ver concretarse cada vez más un sueño.
Ah, olvidaba decir que conocí la pitahaya, un fruto de apariencia y color hermosísimos con un gusto sumamente delicado, creo que más bien el sabor está en su contemplación. El cactus de la foto lo produce.

Comentarios

Pat ha dicho que…
Cuanto me alegra verte tan prolífera...!!!, sí, te veo contenta con todos tus niños y tus dibujos, me alegra tanto. Creo que me voy un poco màs feliz, ver a mi poeta preferida sonriendo, siempre es bueno. Un abrazo.

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Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...