A las diez de la mañana, luego del taller de las ocho de la secundaria, me trasladaban a esta escuelita en las cercanías de Huajuapan. El director estuvo siempre atento y dispuesto a cooperar, los niños muy disciplinados y las maestras de cada grupo -fueron dos- me ayudaron muchísimo para que pudiéramos terminar los trabajos. También muchos fueron seleccionados para el MUREH y sólo lamento no tener las fotos o el video que tomó Alicia cuando los niños me despedían a beso y beso...
Trabajamos como patrimonio cultural primero el personal, luego el familiar y después de la comunidad, para lo que eligieron el Cerro de la Soledad y el cerro del Sombrerito. Una niña eligió el panteón y creó una obra maravillosa que sin embargo no pude fotografiar por falta de tiempo pero está en exibición en el MUREH.
Comentarios