¡Vaya! Así como preguntando se llega a Roma, pidiendo ayuda igual se puede conseguir... Y gracias al apoyo de Mauricio mi hijo podremos imprimir los certificados para los niños, y también cubrirá el importe de mis pasajes de Oaxaca a Huajuapan ida y vuelta.
Tengo pendiente a otro donante del DF y a ambos les agradezco la confianza que depositan en mí para que sigamos adelante con nuestro proyecto.
A mis amigas y lectoras de este blog por supuesto que les prometo fotos y reportes, sobre todo a quienes conocen el lugar, como la querida Paty, pero se encuentran algo lejos. En efecto, recordar es vivir, amiga.
Anoche estuve pegando fotos y papeles para los cartes que hago como apoyo didáctico. Hubieran quedado lindos a colores pero no tengo tintas, así que los niños usarán la imaginación porque van en blanco y negro, aunque si llega el aporte del donante anónimo del DF, podría hacer las impresiones a color...
Por otro lado, porque la vida siempre tiene muchos lados, mi hermano está de nuevo en el hospital en espera de que la decisión que tomó de no hacerse hemodiálisis no le cobre tan alta la factura, aunque en el fondo todos sabemos que su situación irá siendo cada vez peor. Ojalá que luego de todo lo que ha estado padeciendo se resuelva a seguir los consejos médicos y haga lo que corresponde, siquiera para aminorar el dolor...
Yo por eso quiero mi autobús amarillo.
En el gráfico, el Señor Ocho Venado, nombre que lleva la Asociación Cultural que formó Alicia.
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