Bueno, siempre se cumplen los plazos. Mis días están siendo muy tensos y ocupados, hay tantas cosas que coordinar y hacer, tantos encuentros con gente que empata con las ideas, artistas que se van integrando, amigas que de pronto se vuelven apóstoles de la causa para conseguir patrocinadores... ¡ah, patocinadores! Los cuento con los dedos de una mano, y me sobran, figúrense los apuros.
Pero es la historia de mi vida siempre que he organizado estas cosas. Las autoridades de las instancias de cultura que debieran dar apoyo brillan por su ausencia. El presidente municipal jamás respondió a la petición y me resulta imposible irme de campamento a sus oficinas para que me reciba. El Regidor de educación y cultura tomó ocho días para mandarme decir que no tienen recursos, cuando todo parecía indicar que me apoyarían. El taller que ofrecí para los internos del CERESO sencillamente no se ha hecho porque sus autoridades tampoco me contestan.
Alguien me dijo que debería yo mandar a "mi equipo" a buscar patrocinios en montones de lugares que me recomiendan. Pero mi equipo, finalmente, es mi brazo izquierdo y mi brazo derecho, y mis amigas Lobas que han contribuido a difundir el Festival porque conocen mucha gente aquí.
De mis amigos, dos me han patrocinado carteles y uno de los cantantes que participará me ofreció hacerme volantes.
De personas que han intentado ayudar y por muchísimas razones no han podido, mejor ni hablar...
PERO: ya estamos comenzando a pintar bardas. Con cal, con sobrantes de pintura que nos han regalado, como sea, pero pintaremos poemas en las bardas, los jóvenes escritores están listos y al momento contamos con tres bardas... ¡y pensamos invadir la ciudad!
Gracias Laura Gil y Karla Pedrín, por su trabajo.
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