Apenas pasando las cuatro de la mañana se soltó un aguacero de Padre y Señor mío que me despertó sobresaltada. No, ya estaba sobresaltada en el sueño porque ya tiene tiempo que sueño o que alguien que no deseo queme vea me busca o persigue, o que debo llegar a algún lugar y no encuentro cómo. Justamente estaba yo en mi sueño tratando de evadir que alguien me encontrara. En todos los sueños quienes me persiguen son desconocidos en la vida real y nunca recuerdo ya despierta cómo eran o cómo se llamaban o alguna característica que me permitiera relacionarlos con algo. Pero no es necesario en todo caso conocer ese detalle para saber que estoy mortificada por algo, quizá por el pasado, quizá por la pérdida, quizá por la incertidumbre... Generalmente recuerdo con detalle mis sueños que siempre han sido muy elaborados y larguísimos, pero de un tiempo a acá o no los recuerdo o sólo fracciones pequeñas o quizá sólo la sensación -como en los últimos casos- de persecución. Debo retomar mi tra...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias