Después de los avatares en el DF y el tremendo cansancio que me dejó la ciudad, este remanso de Ensenada es una maravilla.
Visita de los amigos, vino, una película de la muestra de cine francés, una comida con mis amigas, una gripa, dos gripas: la de Iris y la mía, el cumpleaños de Alonso su hijo, los traídos y llevados tamales de Merino, aire frío, la Nube aterida en su canasto, y sobre todo: ¡hogar, dulce hogar!
Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.
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