
No lo recuerdo, en Monterrey era algo que no podía dejar de notarse pero aquí no parece estar tan presente en la vida de las personas. Para quienes no lo sepan, la canícula son los cuarenta días más calientes del año...
Este fin de semana también hizo calor,pero creo que éste sí es un día caliente. Ayer vino Iris con Alonso y las niñas a comer, igual que Alex. Edgar estuvo un rato con nosotras y por la tarde estuvimos jugando dominó cubano en lo que ahora danominamos "la terraza", debido al calorón adentro de la casa.
Anoche vi La Traviata, la que hizo Franco Zeffieli con Plácido Domingo y que ví en el cine cuando se estrenó. Plácido nunca en su vida estuvo ni estará más guapo que entonces, por eso compré la película, pero hacía mucho que no repasaba esa historia y quedé verdaderamente conmovida por los textos y las interpretaciones, y no tuve empacho -ni alternativa- para terminar en grandes sollozos al final de la película. La ópera es otra cosa, lástima que no sea tan popular.
Mati. el yorki de Paola, está de vacaciones conmigo. Es muy gracioso y entendido pero la Nube, tan celosa, está cortándose las venas desde su llegada. Este día, sencillamente no quiso comer.
Sigo maquinando mi idea de deshacerme de cosas, de no tener mi casa rebosada de cositas por todos lados, pero anoche me quedé hasta tarde ordenando y acomodando y noté que no tiré casi nada, así que debo rectificar. Lo malo es cuando las estaciones son tan marcadas que una tiene que guardar la ropa de invierno y sacar la de verano. Me cuesta trabajo porque en el DF no era así, y siempre tenía toda mi ropa en el clóset.
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