
Seguimos, contrario al resto de país, no sé si disfrutando o padeciendo de este insólito verano prolongado que en estos últimos días ha alcanzado nada menos que 37 grados centrígrados de temperatura, cosa que nos abrasa y preocupa por no estar preparados.
De ese modo, resulta un poco raro estar trabajando ya, como había mencionado antes, en el proyecto de Catrinas y Calaveras para Día de Muertos, pues en todos los años anteriores ya hacíamos los trabajos bien cobijados y paladeando un ponche.
Hablando del ponche que nos remite de inmediato a la navidad, me impresiona ver que el comercio en esta ciudad ha comenzado a poner los adornos para la época. Nada menos deseable porque cuando llegamos a las fechas siento ya todo muy gastado, me cansa ver la navidad por meses y se me pierde su encanto, pero en fin, al parecer así es por aquí y me quedo sin saber si así lo disfruta la gente o es solamente el ansia mercantil de los vendedores...
En la foto, nuestro Teatro de Calaveras para la exposición...
Comentarios
Un abrazo