
No he visto noticias desde hace yo creo semanas, por evitar más depresión. Pero a última hora me llamó Francisco Merino para saber si asistiría yo a la marcha contra la violencia aquí en Ensenada, que saldría a las siete de la noche del Parque Revolución, y me apresté para ir a pesar de no vestir toda de blanco ni tener vela, aunque sí tenía vela en el entierro, como decimos aquí.
Para mi sorpresa hubo mucha gente, aparentemente cuatro mil personas que comparadas con las cuarenta de la marcha contra la violencia a las mujeres, no hay ni qué decir.
Caminamos hasta la plaza de las -horribles- Cabezas, en donde hubo algunos oradores. Todos por lo mismo: un criminólogo, un abogado, un empresario. Sin tintes partidistas ni nada, con mesura se pidió a las autoridades que hagan su trabajo, que hagan lo que se tenga que hacer para que este país no tenga gente que actúe de manera que nos lesiona a todos con aberrante violencia y crueldad.
No pude localizar en la marcha a Peggy Bonilla. María Machorro me vio pero yo no a ella. Estuvo el Yuni con su esposa llevando pancartas de "Ven a involucrArte" -como buen artista-, estuvo al poeta que me presentó Peggy y es abogada, Lidia, y el recorrido nos acompañó un tramito Nydia Krauss con Piercito.
Al llegar a la plaza de las -horribles- Cabezas todos encendimos una vela para Iluminar a México con la esperanza de que, unidos todos, tomemos la conciencia de que si no actuamos, nada en este país podrá cambiar.
Comentarios
No fui... estaba librando otras batallas...
Mi corazón ahi estuvo.