Ir al contenido principal

La marcha en Ensenada


No he visto noticias desde hace yo creo semanas, por evitar más depresión. Pero a última hora me llamó Francisco Merino para saber si asistiría yo a la marcha contra la violencia aquí en Ensenada, que saldría a las siete de la noche del Parque Revolución, y me apresté para ir a pesar de no vestir toda de blanco ni tener vela, aunque sí tenía vela en el entierro, como decimos aquí.
Para mi sorpresa hubo mucha gente, aparentemente cuatro mil personas que comparadas con las cuarenta de la marcha contra la violencia a las mujeres, no hay ni qué decir.
Caminamos hasta la plaza de las -horribles- Cabezas, en donde hubo algunos oradores. Todos por lo mismo: un criminólogo, un abogado, un empresario. Sin tintes partidistas ni nada, con mesura se pidió a las autoridades que hagan su trabajo, que hagan lo que se tenga que hacer para que este país no tenga gente que actúe de manera que nos lesiona a todos con aberrante violencia y crueldad.
No pude localizar en la marcha a Peggy Bonilla. María Machorro me vio pero yo no a ella. Estuvo el Yuni con su esposa llevando pancartas de "Ven a involucrArte" -como buen artista-, estuvo al poeta que me presentó Peggy y es abogada, Lidia, y el recorrido nos acompañó un tramito Nydia Krauss con Piercito.
Al llegar a la plaza de las -horribles- Cabezas todos encendimos una vela para Iluminar a México con la esperanza de que, unidos todos, tomemos la conciencia de que si no actuamos, nada en este país podrá cambiar.

Comentarios

La Valentina ha dicho que…
Hola Liz

No fui... estaba librando otras batallas...

Mi corazón ahi estuvo.

Lo que más te gustó

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad...

Sorprendente

Hoy tocó la revisión médica de Paola aquí en Ensenada. Le habían pedido que se hiciera unos estudios para ver las condiciones del hígado y una biometría hemática. Tiene ya casi un mes que le disminuyeron los medicamentos, y en lugar de 39 pastillas semanales, ahora toma nueve. La sorpresa para la doctora y la enfermera que la atienden, fue que los resultados del hígado son normales, y no tiene anemia. Dijeron que en 20 años, es la primera persona a quien se da un tratamiento intensivo por seis meses y además, no aparecen secuelas del medicamento. Sí, sorprendente, pero ¿sorprendente? ¿Y las veladoras con las mejores intenciones que llevaron mis amigas poetas a la Catedral en Oaxaca? ¿Y todas esas energías positivas que desde el fondo de sus corazones me enviaron familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos cuando me veían penando por mi hija? ¡Claro que tenía que resultar! Ahí está ella, la princesa del poema Ojos de veladas lunas, ahora radiante, con más dinamismo y con aspecto ...

Cuando ronda la muerte

En realidad todos estamos a las puertas de la muerte. Cuando niños, mis hijos se asustaban cuando yo decía "no sé si mañana voy a amanecer muerta" pero es algo que siempre me ha quedado claro. Lo difícil es aceptar la otra muerte, la de alguien más. Y últimamente he pasado ya algunos sustos. Porque por más que sepamos que es un paso más, nos asusta tener que prescindir de quienes queremos, nos duele no verlos cuando se nos antoje, nos martiriza pensar en no tener más sus palabras... Y ahora pareciera que le toca a él, al más fuerte de mis hermanos. Todos son unos animalotes como siempre he dicho, pero él ha sido diferente. Si se marchó de la casa a los once años con un circo que visitaba Orizaba, es porque era diferente ¿no?. Pasaron años hasta que dimos con él y cuando volví a verlo parecía una estatua: enorme, bien formado, moreno y con un vozarrón que dejaba clara su presencia. Decidió como pocos que viviría la vida a su manera, y ha sido congruente. Por eso ahora me dice...