Es horrorizante la noticia del hombre enfermo que estuvo por cinco días solicitando atención en el hospital general de Guaymas, Sonora, sin ser atendido por no tener dinero ni llevar papeles para su inscripción, por lo que finalmente ahí, en un jardín y envuelto en una cobija, terminó penosamente sus días ante la indiferencia de la institución.
Me causa un dolor indignante y me llena de vergüenza y culpa tan sólo pensar por lo que atravesó ese hombre no en esos cinco días, sino toda su vida.
Su trabajo de jornalero lo condujo a esa condición de extrema desnutrición y deshidratación enque llegó al hospital. ¡Por Dios! ¿Es que ni agua ya tenemos para nuestros semejantes? ¿Ya no partimos el pan con quien lo necesita?
Solo, enfermo, dolorido.
Ahora, muerto, vale más.
Allá nosotros y nuestras conciencias.
Dios, ¡perdónanos!
http://www.youtube.com/watch?v=UjLlJyKseLM#action=share
Me causa un dolor indignante y me llena de vergüenza y culpa tan sólo pensar por lo que atravesó ese hombre no en esos cinco días, sino toda su vida.
Su trabajo de jornalero lo condujo a esa condición de extrema desnutrición y deshidratación enque llegó al hospital. ¡Por Dios! ¿Es que ni agua ya tenemos para nuestros semejantes? ¿Ya no partimos el pan con quien lo necesita?
Solo, enfermo, dolorido.
Ahora, muerto, vale más.
Allá nosotros y nuestras conciencias.
Dios, ¡perdónanos!
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