Sabía que las fechas para acudir a la cita de tramitación estaban siendo proporcionadas hasta con dos meses de distancia. Cuando llamé al número donde proporcionan las citas, me dijeron que podía pedir una extraordinaria (dos semanas) por 380 pesos. Accedí, y me dieron la fecha diciéndome en qué lugar debería presentarme.
Por angas o por mangas no me acordé de la cita y no acudí, y fue hasta entonces, al comentarlo con una amiga, que me enteré de que tenía que haber pagado la cita antes de presentarme.
Volví a llamar para reconcertar la cita y pregunté lo más que pude: ¿dónde tengo que pagar, cuánto, etcétera?. Me dijeron que en el banco, pero debería pasar a las oficinas de los pasaportes por el formato que hay que llenar. Lo hice. En el banco no sabían nada sobre el pago de la cita. Me salí para preguntar por teléfono y me dijeron que no, que la cita se paga en cualquier oficina recaudatoria municipal, que el banco sólo cobra el pasaporte...
Volví a sacar ficha en el banco para pagar pues el pasaporte y busqué la dichosa oficina recaudatoria y pagué.
Claro que estuve revisando cuidadosamente la cantidad de copias y documentos que solicitan para renovar el pasaporte, y con mi papelería en mano me dispuse a esperar pacientemente mi turno en la oficina.
En la fila me enteré de que hay personas que llevan dos semanas yendo y viniendo por papeles, porque como en todas las oficinas de gobierno de la localidad, han de tener prohibido decir TODO lo que se requiere, y han de hacerlo cosa por cosa, en cada vuelta que uno da. Porque por supuesto que no existe folletería con indicaciones al respecto, tiene uno que preguntar.
Estaba tamañita cuando llegué a la ventanilla porque ya me había dado cuenta de que estaban revisando las actas de nacimiento originales, a pesar de que el requisito decía sólo "dos copias". Mi acta de nacimiento original está como para ser exhibida en el Archivo General de la Nación, imposible andarla trayendo, así que respiré hondo y me encomendé a las divinas huestes que se encarguen de propiciar la solución de estos peliagudos asuntos.
El caso es que las copias que llevaba no eran así y tuve que salir de la oficina para sacarlas como ahora las querían, volver, entregar, llenar una forma y esperar a ser llamada.
Creo que al menos en la fila en la que yo estuve, fui la más afortunada. No me regresaron a traer más papeles -aunque en realidad sólo faltaba mi acta de defunción por llevar, contaba con un arsenal de documentos que pudieran solicitarme- y salí de ahí en tan sólo hora y media, ahora con la instrucción de esperar mi pasaporte a la pasmosa velocidad de entre dos semanas y mes y medio, y siempre y cuando lleve el papelito que me dieron para recogerlo...
Y muchas personas que ya estaban cuando llegué, se quedaron o siguieron dando vueltas.
Así son los trámites en las oficinas de gobierno en esta ciudad, en este país...
Por angas o por mangas no me acordé de la cita y no acudí, y fue hasta entonces, al comentarlo con una amiga, que me enteré de que tenía que haber pagado la cita antes de presentarme.
Volví a llamar para reconcertar la cita y pregunté lo más que pude: ¿dónde tengo que pagar, cuánto, etcétera?. Me dijeron que en el banco, pero debería pasar a las oficinas de los pasaportes por el formato que hay que llenar. Lo hice. En el banco no sabían nada sobre el pago de la cita. Me salí para preguntar por teléfono y me dijeron que no, que la cita se paga en cualquier oficina recaudatoria municipal, que el banco sólo cobra el pasaporte...
Volví a sacar ficha en el banco para pagar pues el pasaporte y busqué la dichosa oficina recaudatoria y pagué.
Claro que estuve revisando cuidadosamente la cantidad de copias y documentos que solicitan para renovar el pasaporte, y con mi papelería en mano me dispuse a esperar pacientemente mi turno en la oficina.
En la fila me enteré de que hay personas que llevan dos semanas yendo y viniendo por papeles, porque como en todas las oficinas de gobierno de la localidad, han de tener prohibido decir TODO lo que se requiere, y han de hacerlo cosa por cosa, en cada vuelta que uno da. Porque por supuesto que no existe folletería con indicaciones al respecto, tiene uno que preguntar.
Estaba tamañita cuando llegué a la ventanilla porque ya me había dado cuenta de que estaban revisando las actas de nacimiento originales, a pesar de que el requisito decía sólo "dos copias". Mi acta de nacimiento original está como para ser exhibida en el Archivo General de la Nación, imposible andarla trayendo, así que respiré hondo y me encomendé a las divinas huestes que se encarguen de propiciar la solución de estos peliagudos asuntos.
El caso es que las copias que llevaba no eran así y tuve que salir de la oficina para sacarlas como ahora las querían, volver, entregar, llenar una forma y esperar a ser llamada.
Creo que al menos en la fila en la que yo estuve, fui la más afortunada. No me regresaron a traer más papeles -aunque en realidad sólo faltaba mi acta de defunción por llevar, contaba con un arsenal de documentos que pudieran solicitarme- y salí de ahí en tan sólo hora y media, ahora con la instrucción de esperar mi pasaporte a la pasmosa velocidad de entre dos semanas y mes y medio, y siempre y cuando lleve el papelito que me dieron para recogerlo...
Y muchas personas que ya estaban cuando llegué, se quedaron o siguieron dando vueltas.
Así son los trámites en las oficinas de gobierno en esta ciudad, en este país...
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