



Todavía me ando peleando con el Iphoto para subir aquí las que tomé del paseo a Vallecito, lugar donde encontré pinturas rupestres y que está apenas pasando Tecate, o sea a una hora o poco más de aquí. El parque en Tecate me recordó a las ciudades del centro del país, y es algo que no he observado en otras ciudades norteñas. Los árboles gigantes, las bancas, monumentos, en un lado restaurantes con sillas en el parque, puestos de artesanías.
Las fotos de las pinturas en las rocas no son tan buenas porque desgraciadamente, debido al vandalismo e ignorancia, algunos sitios están enrejados y con llave, de modo que hay que tomar las fotos desde afuera. La intención es mostrar de todos modos un poco de lo que tenemos por aquí, que es historia pura.
El aroma de las flores diminutas, amarillas, tenue y fragante, en contraste con el paisaje imponente de las formaciones rocosas que sirvieron de techo a los antepasados.
La rumorosa no está en las fotos en todo el esplendor que tiene porque había bruma, así que esperaré a mejor ocasión para compartir esas fotos. De todos modos, el paseo fue delicioso, el guía del Museo Alaska en la Rumorosa, Sr. José García, es toda una enciclopedia y bastante ameno para ilustrarnos. El museo se llama así porque cuando el invierno, en ese lugar puede subir la nieve hasta un metro y medio, según dijo. Queda ya cerca de Mexicali.
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