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Hojas sueltas de mi cuaderno: diciembre de 2001

Si escucharas los pájaros
entibiarías tu corazón con agua de su canto.
Dulces suenan las gotas, arpegio de sus alas.
Juegan con rayos de sol en la mañana,
hienden el viento perfumado donde acunan vuelos.

Si escucharas los pájaros
sentirías entrar un eco por la orilla de tus ojos,
cálida tromba de color trinando de reflejos.
Alentarías tus escondidas alas,
encontrarías quizá tu voz, perfumarías tu sueño.

Se entibiaría tu corazón si escucharas a los pájaros
que hacen denso este aire de trópico y palmera,
que azulean en las tardes con graznidos celestes
picoteando semillas, desmantelando frutas.

Perfumarías tu boca con su canto, mi amor,
si oyeras a los pájaros
en esta tarde dulcísima en la que quiero mirar
que das la vuelta en esta esquina,
antes de que la noche apague en su silencio
la copa de mi trino.




Diario
01.01.2002

Aliento esta costumbre añeja
de hacerme acompañar por las palabras.
Sigo vertiendo sílabas
en los cuadernos de mis años,
sigo bordando en tinta lo pasado.

Un aliento pequeño me palpita,
una esperanza tenue pero firme.
Seguiré, ya lo sé.
Aunque nadie lo sepa,
sé que hoy no moriré.

Comentarios

Alex Escalante ha dicho que…
Preciosos poemas!

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Poema para los niños migrantes

Para los niños migrantes Temprano te salieron alas y esparces la ceniza de un vuelo inesperado. Vuelas hacia una tierra prometida que no existe , donde leche ni miel encontrarás. Encerrarán tu vuelo en jaulas y el miedo que aprendiste a dejar lejos regresará a morderte por las noches. Ningún río te besará con agua fresca, ninguna señal de la cruz sobre tu frente te va a guardar de la amargura. Somos testigos de la decapitación de tu infancia, de tu niñez hoy preñada de dolor, de pies cansados y ojos secos. Que la vergüenza nos cubra cada que te preguntes o que pidas, que el corazón nos duela hasta que tengas alas con vuelo renacido.

Esta mañana Dr. Chipocles

Desde la cama me puse a ver noticias. Sé que no es -ni con mucho- la mejor manera para levantarse, pero lo hice sin pensar. Encontré que estaban dando un reportaje acerca de un médico en el Hospital de Pediatría de la ciudad de México, en donde todavía ando por suerte. El doctor especializado en oncología ha sido bautizado por sus pequeños pacientes como "Dr. Chipocles", que es la manera que tenemos los mexicanos para denominar a alguien que es muy bueno en lo que hace, y lo que no sé es por qué se eligió el nombre de un chile -chipocle, chipotle- para eso. El caso es que este médico inusitado es tan sensible que no solamente se disfraza de distintas cosas para ir a trabajar como el famoso Dr. Patch Adams, sino además, al ser entrevistado sobre su trabajo, termina diciendo, con la garganta cerrada y lágrimas en los ojos, que se considera un ser especial por poder hacer el trabajo que hace. Y lloró cuando mencionó a sus niños enfermos que ya no están con nosotros. Tengo que ad

De vuelta a la querencia

Luego de estos días disfrutando de nuestra capital, viene el ansia por estar de nuevo en ese otro espacio que poco a poco se ha ido fortaleciendo con la presencia de los amigos, amigas y sus aconteceres, por lo que estoy muy contenta de estar de nuevo entre las paredes de mi casa. En estos días habrá que trabajar para el Festival Palabra en el Mundo, afinar detalles, imprimir publicidad y mil cosas. Y luego presentarme a la lectura de Las voces de las mariposas en la FIL de Tijuana, y además, presentar ahí también nuestro libro Mujeres que cuentan. Pero ahí no para todo: ¡viene a Ensenada la maestra María Elena Cerecero! entrañable amiga y compañera de viajes, decires y sentires en la poesía, que nos visitará dentro del marco del Festival Internacional Palabra en el Mundo para una lectura. Ya comencé a recibir paquetes con poemas, habrán de llegar de Mozambique, Chile, Argentina, DF, Nueva York, Tamaulipas, Monterrey y lo que se acumule esta semana... 110 kilos de raza pura!