No sé si ya me harté por el tiempo que llevo estudiando a todo vapor -y me refiero no a la velocidad, sino a la intensidad- o el ánimo en estos tiempos no me da para seguir igual, el caso es que estoy padeciendo una inusual falta de concentración que me provoca estragos en la entrega de actividades en la UNAM. Sabía que sería una carrera de resistencia, siempre dije que no tengo prisa y que lo deseado es disfrutar de lo que aprendo. Y en el inicio de mi séptimo semestre ¡zaz! todo parece indicar que estoy cansada porque no le encuentro el gusto al caldo, con todo y que admito que está interesantísima la lectura, y eso lo digo a dos días de haberme cuestionado seriamente si seguir o detenerme un poco para no arruinar lo que ya he construido en cuanto a mi promedio. Pues pasa lo de siempre, no somos de palo, las emociones, preocupaciones, gozos o sufrideras nos afectan, los temores... vaya, el clima. Saben que estoy reconstruida desde que me acuerdo, de modo que volveré a recoger mis...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias