Heme aquí, con sueño y sin poder dormir, quizá como tantos otros que por primera vez en mi historia, se estarían desvelando por la misma razón que yo: la incertidumbre, la poderosa e inquietante idea de estar en un umbral desconocido. Me pregunto entonces, dadas las condiciones de la pandemia que padece la humanidad y en estos momentos nuestro país a punto de entrar en la Fase 3 de la contingencia por causa del Coronavirus, si debería seguir haciendo las tareas, si valdrá la pena continuar como si nada o como si viéramos que en el futuro vamos a seguir aquí haciendo las cosas de cada día y recordando que antes de esto éramos unos y después seremos otros, aunque los mismos. Me pregunto si no será más bien absurdo pensar en entregar proyectos, buscar instrumentos de medición para saber si los taxistas tienen ansiedad o las personas obesas tienen la misma calidad de vida de quienes no lo son... o sería mejor tomar de nuevo mis pinceles, seguir acomodando mi costurero, continuar bordando...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias