Estudiar una carrera en México es verdaderamente una prueba de resistencia. En mi caso es a distancia, lo que implica compaginar todas las actividades y compartirlas con la demanda de horas y horas de lectura y estudio para preparar tareas. No es fácil y reconozco a todos mis compañeros que están trabajando y criando hijos y cumpliendo también con mil obligaciones mientras estudian su licenciatura. Desde febrero estoy en este remolino de teorías, asombros y lecturas que implica el aprendizaje y que no me han dado tregua dadas mis escasas o nulas herramientas para cumplir con las tareas haciendo uso de programas de computadora que desconozco y confeccionando mapas conceptuales o líneas del tiempo que no sabía que existieran. Duermo soñando que estoy escribiendo sobre algo, que subrayo interminables páginas. Me paso el día pegada a la computadora o leyendo y tengo que hacer escapadas para cumplir con tareas cotidianas. Ahora me da cargo de conciencia pensar en salir a tomar un café o...
Retrato de mis días, aventuras en la pintura, la poesía y demás estancias