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Mostrando entradas de 2015

Cuando la meno nos alcanza

Otra vez el dichoso monólogo sobre la menopausia. O sea, cuando te agarra, te cae por todo lado. Así que no es nada más pasar por los insomnios y los sofocones, los que provocan los calorcitos y los que provoca el humor de los mil diablos con que a veces -muuuuy a veces- andamos por la vida desde que amanece y ve uno que va a pintar difícil porque sólo mirar a un lado al marido disfrutando de su sueño como angelito o como diría mi abuela “como si no debiera nada”,   se pone una furiosa. Eso en el peor de los casos, porque en el “menos peor”, se echa una a llorar nomás de ver a dónde vino a dar su vida.             Entonces se acuerda una -porque sí, a veces una sí se acuerda- que está en la edad “interesante”, no hay razón para usar términos peyorativos, y tiene una un cúmulo de experiencias que en ciertos casos llaman “sabiduría” pero nosotras sabemos que además de sabias, la edad nos hace inevitablemente menopáusicas. En secreto consideramos si tendremos ahorros suficientes pa

La pesadilla de la enfermedad

Mi hermana quedó mal de la anterior intervención quirúrgica que le hicieron, y ahora tendrá que ser operada nuevamente, esta vez en La Raza, para intentar corregir lo que hicieron mal en el hospital donde estuvo antes, también del Seguro Social. La operación puede durar hasta seis horas, tendrán que hacer muchas cosas en el hígado, la vesícula y el intestino, del que van a retirar un tramo. Y todo de la nada, de una sencilla molestia por cálculos biliares ha pasado a esto que es una pesadilla. Nosotros, toda su familia, tenemos miedo y preocupación, y también tenemos coraje. Porque no está bien que una persona deba cargar con semejantes consecuencias debido a la mala ejecución del trabajo de alguien más. Ya ocurrió antes con mi hermano la falta de humanidad de los médicos que, al verlo desahuciado, lo trataron sin consideración. ¿Y qué hacemos? ¿A dónde vamos, cómo nos quejamos? Vivimos en un país que bien podría ser el más corrupto del planeta, porque aunque no lo fuera, el resulta

FIL DE GUADALAJARA 2015 Segunda entrega

Con la sala completamente abarrotada, y recordando que esta Feria se realiza en un espacio que equivale a 17 canchas de futbol, seguimos con las conferencias. Después del receso de las 12 del día, continuamos: “La lectura en el S. XXI” José Gordon. La verdad es que el presentador no dijo nada acerca de Gordon, excepto que es su gran admirador, y se notó. En cuanto al conferencista, conocido por sus cápsulas de la serie Imaginantes de Televisa, se refirió a que tanto la ciencia como el arte son indispensables para ver el mundo con asombro, provocando des cubrimiento de los mapas que correlacionan los fragmentos del mundo. En cuanto a sus minutos de Imaginantes, dice: “Destruimos al otro cuando somos incapaces de imaginarlo”. Opinó que nos encerramos en cajas perceptuales y no vemos lo de afuera, pero la literatura y la ciencia nos pueden sacar al exterior para romper los límites mediante ese “virus positivo del contagio de la imaginación”. Después de proyectar algunas

MI PRIMERA VEZ EN LA FIL DE GUADALAJARA/1

  Este año es la edición 29, y tuve ganas de asistir desde la primera. La suerte estuvo de mi parte y fui seleccionada para asistir al Encuentro Nacional de   Mediadores de Salas de Lectura, de Conaculta. Nuestro programa incluyó la Ceremonia de Inauguración y once conferencias relacionadas con la lectura y difusió de la ciencia. Esta Feria está instalada en 34,000 km2, lo que es igual a 17 canchas de futbol, es la Feria Número 1 en América Latina y la número 2 del mundo. Incluye 650 autores de 38 países y tiene 26 módulos tan sólo en el área del Libro Electrónico. La energía de los más de 150 mil niños que la visitan me erizó la piel, lo mismo que saber que habría 550 presentaciones de libros. En 2014 se registraron en el sitio de la FIL 4,536,270 visitas y este año por primera vez, yo seré una. Lo maravilloso fue que durante los cuatro días de las conferencias la FIL estuvo abierta sólo a los participantes durante las mañanas, lo que nos permitió recorrer los pasillos a nuestras

Bitácora de un pequeño vuelo

Aquí estamos con todo nuestro enorme tamaño queriendo acomodarnos con todo y cosas en un minúsculo avión. Mi equipaje de mano resultó enorme para esas pequeñas guanteras en donde no puedo entrar y debo acomodarlo pero bajo el asiento tampoco logré hacerlo y amenazan con irlo a documentar… ¡pero si es mi computadora, mi monedero y un libro! Aunque claro, vienen las carpetas con documentos y poemas. La azafata se empeña en cumplir su cometido y sacude, voltea, aplasta mi maletita para que quepa y nada… se lo tendrán que llevar a documentar pero le avisan que tampoco hay espacio. Entonces le viene una iluminación a la chica –que la salva de un síncope de frustración- y me indica que le saque lo que pueda. Tomo mi celular, mi cartera, mi libro y la compu para que ahora sí, debidamente comprimida, quepa la maleta mientras yo llevo en las piernas lo mencionado, afortunadamente traigo mi inseparable rebozo donde puedo envolverlas para que no rueden por todo lado en caso de que me pudiera yo

La visita del miedo

Me despertó el celular antes de las seis de la mañana. Una de mis hermanas, acompañada de otro hermano, está internada en el hospital. La habían operado hace poco más de una semana y ahora hay complicaciones, aparentemente debido a la mala intervención quirúrgica. Me informan del estado de ella, de los estudios aparentemente interminables que habrá que hacerle, de los varios días que deberá estar internada y así. Estoy a tres mil quinientos kilómetros de distancia e imposibilitada económicamente para acompañarla gracias a la crisis económica a la que nos lleva la falta de empleo y demás parafernalia de nuestros absolutamente indolentes, ignorantes gobernantes. Entonces, con esa luz roja encendida en mi cerebro y en mi corazón, sigo viviendo las horas de cada día, y hago mis deberes escolares con el miedo debajo, y preparo la comida con ese latido adentro, y voy a clases, converso con personas, alimento a mis perras y todo con ese miedo latiendo entre las venas porque un pre diagnós