¿Y si te cansas?
Y si te cansas de rodar tus huesos, de amanecer siempre contigo y tu pesado saco de preguntas; si tu deseo es detener el carrusel, bajarte por ninguna esquina, cruzar la bruma que sale de ti, de la negrura que te viste siempre seria en tu interior, pequeña y fría, asolada por el ruido que nunca cesa en tu cabeza, eco del mundanal que acosa afuera, donde hay tanto neón helado, tanta falsa luminosidad, tanto calor procurado por el gas, no por la llama que adentro te consume, te ahúma los ojos y te quema las yemas de los dedos, cansados de imprimir sus huellas en toda superficie sin tocar fondo, sin adentrarse en las texturas ajenas que también se esconden y van solas, en silencio como las largas filas de los trenes que nunca se detienen...
Y si te cansas de parpadear mirando cada vez lo mismo, esa violencia de no cambiar las cosas, de ver los calendarios convertidos en historia que al final de los milenios sigue siendo igual, nada cambia, no ha hecho la evolución que sea más feliz el hombre ni más pleno, queda intacta su ambición, su despiadada forma de buscar siempre más cosas, cada vez mayores, cada vez más lejos...
Y si te cansas de azuzar tus pasos para que sigan adelante, crucen, trepen, salten las cordilleras de las dudas como si adentro de ti hubiera la fuerza de las seguridades, como si de verdad supieras en dónde está la meta... ¿y si te cansas?
16.jun.13
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