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Verde comienza el año...

¡Vaya! Me levanté para abrirle la puerta a mis perritas, y al sacar la basura al bote que está en la calle ¡sorpresa! encontré las paredes muy pintadas de verde bicho, verde grillo muy alegre. Dicen algunos que les molesta la retina por su poca discreción, pero yo creo que es por lo nuevo, y que con los días ese color efervescente se irá depositando en la rutina de los ojos que lo miran para que ya lo encuentren más al gusto, más "seriecito".

A mí no me molesta para nada esta verdosa y alegre manera de iniciar el año. No todo el mundo tiene una casera que le da tamañas sorpresas, pues yo ni idea tenía de que fueran a pintar. Y a caballo regalado no se le ve el diente, así que de ninguna manera me quejo.

Esa intensa o chillona verdosidad es para llamar la atención de cada día que venga, para que se ponga a tono y sea alegre, vivaz, brillante.
Yo pensaba pintar algunas cosas en la entrada, alusivas a mi sala de lectura El Tapanco, y esto me dará pie a diseñar ese espacio pequeñito a modo de que los niños estén más cómodos y contentos, y todos nos sintamos felices cuando visitemos los mundos que los libros nos traen.


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