La novia triste
Era una novia triste con los brazos caídos
y de sus ojos nacieron manantiales.
Aquella tarde sintió que estaba sola,
que ese disco distante no guardaba calor,
que era hielo y dolía lo que el pecho llevaba.
Era una novia triste como un mar desolado,
y de su pecho rodaron peces muertos.
Un desierto fue el mundo,
una infinita sed y una enorme amargura,
porque una novia triste sólo sabe doler.
Comentarios